De acuerdo con la estimación oportuna de crecimiento, la economía de México se contrajo a una tasa trimestral de 1.55% durante el primer trimestre y una tasa anual de 2.37%, según cifras ajustadas por estacionalidad, siendo las mayores caídas desde el primero y tercer trimestre de 2009, respectivamente.
Para efectos de comparación con Estados Unidos que cayó 4.8% trimestral, la tasa de México puede anualizarse, dando una contracción trimestral anualizada de 6.20%.
Al interior del PIB de México destaca que las actividades secundarias mostraron una contracción trimestral de 1.37%, acumulando ocho trimestres consecutivos de contracción, registrando una caída anual de 3.75% de acuerdo con cifras ajustadas por estacionalidad, la más profunda desde la Gran Recesión de 2009. Finalmente, las actividades terciarias se contrajeron 1.40% trimestral y 1.44% anual, luego de mostrar crecimientos positivos pero cercanos a cero en los tres trimestres previos.
Cabe agregar que esta es la segunda vez que el PIB de México hila cinco trimestres consecutivos a la baja. La primera vez fue del cuarto trimestre de 1985 al cuarto trimestre de 1986, cuando la economía mexicana mostraba señales de deterioro y siendo el terremoto de 1985 el último detonante de la recesión. De manera similar en el 2019, México mostró un severo estancamiento económico que no fue catalogado como recesión por falta de profundidad en las caídas del PIB. Ahora con la crisis sanitaria, no sólo puede hablarse de recesión, sino también de una crisis económica por la expectativa de una caída profunda en el PIB de México. En un escenario central se espera que el PIB de México caiga 8%, en el escenario optimista la caída sería de 5% y en el escenario pesimista de 10%. La mayor caída que ha tenido el PIB de México fue en 1932 en la Gran Depresión, cuando la actividad económica se contrajo 14.92%, después en 1995 con una contracción de 6.26% y finalmente en 2009 con una contracción de 5.03%. Así, el escenario optimista sería una caída similar a la del 2009, mientras que los escenarios central y pesimistas serían las segundas mayores caídas desde la Gran Depresión.
Bajo el escenario central de caída del 8% se espera una pérdida de 740 mil empleos y bajo el escenario pesimista de cerca de 1 millón de empleos. En los tres escenarios se espera que las actividades secundarias sigan a la baja, al menos hasta el tercer trimestre de este año y que sean las actividades terciarias (sector servicios) las más afectadas por el distanciamiento social.
Para Estados Unidos se espera una caída alrededor de 5.5%, con un período de recuperación de 18 a 24 meses, que puede ser llamado en “U”. Para el caso de México la recuperación se espera del tipo “L” ya que la falta de una política fiscal expansiva, el deterioro en la confianza empresarial y la baja en la confianza del consumidor, así como un posible subejercicio en el gasto público apuntan a que tomará al menos tres años recuperar el PIB que se tenía antes de la crisis.
Ante la menor actividad económica se espera que la inflación continúe en niveles bajos, con posibilidad de repuntar desde el 2.08% de la primera quincena hacia el 3% objetivo de Banxico cuando termine la cuarentena. Como consecuencia se espera que Banxico siga recortando la tasa de referencia que actualmente muestra un diferencial de 600 puntos base en términos nominales y 517 puntos base en términos reales, con la tasa de la Reserva Federal de Estados Unidos.