Hoy sí, Wall Street tuvo una jornada de pérdidas en todos sus índices. Ninguno se salvó. Claro que sus caídas tuvieron poco que ver con lo que sucedió en Europa, donde la jornada fue desastrosa, pero ahora sí fueron los descensos generalizados. El escenario, como ayer, fue en general adverso. No ayudó el derrumbe de los bancos europeos; tampoco el comportamiento del crudo, que empezó la jornada la alza pero terminó sucumbiendo; así como tampoco los datos económicos, que si bien los de gasto de consumo e inflación fueron favorables, sí decepcionaron los de las ventas de vehículos de julio, un indicador adelantado sobre el comportamiento del consumo privado al inicio del tercer trimestre.
Sí, lo de Europa fue, por segunda jornada consecutiva, desastroso. La bolsa de Milán se despeñó un 2.8%, el Ibex-35 de Madrid otro 2.8%, el Cac-40 de París un 1.8% y el Dax de Fráncfort otro 1.8%. La banca fue la culpable: el índice Stoxx 600 de bancos se hundió un 3.4% luego de perder un 1.8% ayer, y todos los bancos del índice salvo uno retrocedieron. Los italianos estuvieron a la cabeza: Monte dei Paschi (MI:BMPS) di Siena perdió un 16.10%, el Banco Popolare (MI:BAPO) SC un 10.1%, Mediobanca (MI:MDBI) un 8.2% y Unicredit (MI:CRDI) un 7.2%. El griego Euroban Ergasia se dejó un 11.2%. El alemán Commerzbank (DE:CBKG), quien tuvo buena parte de la culpa hoy al advertir que sus resultados para este año serán peores de lo estimado, y que su rentabilidad futura se verá afectada por las tasas negativas, por lo que tendrá que incrementar las comisiones a los clientes para compensar parte de la pérdida de ingresos, se despedazó un 9.2% y cerró en un neuvom mínimo histórico. Los suizos Credit Suisse (SIX:CSGN) y UBS se hundieron un 6.2% y un 6.0% respectivamente. Entre los españoles, Santander (MC:SAN) perdió un 5.3% y BBVA (MC:BBVA) un 4.9%.
Fuera de la eurozona, el Ftse-100 de Londres bajó un 0.7%. En las divisas, la libra se apreció un 1.3% a 1.3345 dólares antes de la reunión del Banco de Inglaterra de mañana, quizás ante la expectativa de que la institución decepcione en su decisión de mañana, la segunda después del Brexit. El euro avanzó un 0.5% a 1.1222 dólares.
El comportamiento del crudo volvió a jugar en contra del mercado. Aunque por la mañana el barril de WTI trataba de no perder los 40 dólares, al final cedió un 1.0% para terminar en los 39.68 dólares. El barril de Brent se deprimió un 0.5% a los 41.94 dólares. Aun así, el sector energético fue el único que se libró de caer hoy en el S&P’s 500 con una ganancia de 0.9%. Exxon Mobil (NYSE:XOM) se elevó un 0.5%. Williams avanzó un 6.4%.
En los datos económicos, el comportamiento del consumo personal fue mejor de lo esperado, en tanto la inflación se mantuvo contenida. Esas cifras ayudaron a Wall Street antes de la apertura. Sin embargo, no gustaron las cifras de ventas de autos, un sector que ha sido de los más dinámicos durante el año pasado. Tanto Ford (NYSE:F) como General Motors (NYSE:GM) reportaron caídas más pronunciadas de lo esperado en julio, mientras que las ventas de Nissan (T:7201) y Fiat Chrysler (MI:FCHA) avanzaron menos de lo previsto, por lo que hay señales de que el mercado automotriz ya tocó su techo.
De General Motors, las ventas cayeron un 1.9%&, por encima del 1.0% que pronosticaban los analistas, mientras que las de Ford bajaron un 3.0%, contra un -0.5% del consenso. Nissan aumentó un 1.2.% frente al 3.0% del consenso y Fiat apenas un 0.3% frente a 1.9% del consenso.
Sí reportaron mejor Honda (T:7267), cuyas ventas se incremetaron un 4.4% cuando el consenso estimaba un retroceso de 0.41%, y Toyota (T:7203), con una contracción de 1.4% frete al -2.9% de los analistas. El sector automotriz, que ha sido de los más boyantes en los últimos seis años y que han contribuido a la recuperación de Estados Unidos, parece que tocó su techo el año pasado, con un ritmo de ventas récord de 17.5 millones, y que ha entrado en una fase de enfriamiento.
En consecuencia, el peor sector de la jornada fue el de consumo discrecional (-1.5%) y dentro de él el de automóviles y autopartes (-3.5%). Ford derrapó un 4.3%, General Motors un 4.4%, y Delphi Auto un 3.7%.
El resto de sectores también terminaron a la baja, salvo el de energía, como decíamos. El industrial cedió un 0.9% y el financiero otro 0.9%.
Dentro del Dow Jones, la peor acción fue la de Pfizer (NYSE:PFE) (-2.5%), pues si bien reportó mejor de lo esperado, no logró mejorar sus expectativas de resultados para todo el año. También cayó con fuerza Apple (NASDAQ:AAPL) (+1.5%). Entre las ganadoras, además de Exxon y Chevron (NYSE:CVX), subió Procter & gamble, que reportó antes de la apertura mejor de lo previsto.
Por tanto, Wall Street hoy aguantó peor que ayer una situación muy adversa del mercado. Más o menos lo logró en la apertura, pero las automotrices terminaron por deprimir al mercado luego de anunciar unos números peor de lo esperado.