El mercado de valores de Estados Unidos cerró el tercer trimestre de 2019 en modo discreto a principios de la semana pasada. El S&P 500 y el Dow subieron un 1,19% cada uno, pero el NASDAQ descendió un 0,09%.
El mercado volvió a desplomarse al comenzar octubre, con enormes pérdidas el martes y el miércoles que no fueron compensadas por los grandes repuntes del jueves y el viernes. El SPX se dejó un 0,33% y el Dow retrocedió un 0,92%. El NASDAQ se apuntó una alza del 0,9%
Y lo que es más significativo: hubo cinco tendencias visibles en el rendimiento del mercado que afectaron a las acciones durante la primera semana de octubre, lo que podría influir en su actuación el resto del año. Estas son las principales conclusiones:
1. El SPX tocó techo a finales de julio, y lucha por mantenerse desde entonces
El S&P 500 no ha cerrado por encima de 3.000 desde el 19 de septiembre y ha perdido un 2,5% desde que registrara máximos intradía en 3.027,98 el 26 de julio. Mientras tanto, estuvo cerca de alcanzar esos máximos intradía el 19 de septiembre, pero fracasó.
Técnicamente, eso no es una buena señal. Cuando unas acciones o un índice se acercan pero no sobrepasan un máximo reciente, esa es una señal de que los inversores pueden ser escépticos en cuanto a la continua fortaleza del repunte. En el caso del S&P 500, las preocupaciones macroeconómicas están suscitando dudas.
Igualmente importante: las acciones podrían estar perdiendo fuelle. Al final del trimestre, el S&P 500 subió un 18,7% en términos anuales, pero el 70% de esa subida se produjo durante el primer trimestre cuando el índice de referencia subió un 13,1%. En el tercer trimestre, el SPX descendió un 0,8%.
2. Las presiones geopolíticas en los mercados deben disolverse
Los inversores y sus algoritmos se han visto aturdidos por la polémica y aparentemente interminable controversia comercial entre Estados Unidos y China. Ahora está empezando a lastrar el sector manufacturero y otros sectores de Estados Unidos. Las negociaciones comenzarán de nuevo la próxima semana, pero China está demostrando ser políticamente resistente.
El rifirrafe de aranceles ha contribuido en gran medida al anémico crecimiento económico de Estados Unidos y ha causado una plétora de tuits furiosos del presidente Donald Trump, lo que también provoca un gran estrés en los mercados, aunque en general culpa a la Reserva Federal de los continuos descensos. Por supuesto, Trump también olvida que una serie de factores negativos posiblemente más significativos están lastrando las acciones junto con la disputa sinoestadounidense, incluyendo los bajísimos precios de las granjas y los precios de Boeing (NYSE:BA) que sigue luchando para que sus aviones 737 MAX vuelvan al aire.
A esto hay que añadir la desaceleración económica en Europa, especialmente en Alemania y el Reino Unido, lo que también preocupa a los inversores. Además de dos nuevos problemas:
La investigación de la Cámara contra Trump. Afectará al entorno político durante las elecciones del año que viene.
Elecciones de 2020: muchísimas incógnitas por ahora, pero uno de los temores que están surgiendo es que Elizabeth Warren podría ganar la presidencia e imponer nuevas regulaciones sobre los sistemas financieros y sanitarios, así como desmantelar las grandes tecnológicas.
Tal vez el mayor comodín son los tuits de Trump, particularmente sobre China y la Fed. Han puesto en marcha una venta masiva muchos días este año.
3. Las ganancias, impulsadas cada vez por menos acciones, sectores rotativos
Tomemos como ejemplo el Dow. Alrededor del 54% de la subida del 13,9% del índice de 30 componentes en 2019 se puede achacar a las acciones de sólo cinco empresas: Apple (NASDAQ:AAPL), Home Depot (NYSE:HD), Boeing, Visa (NYSE:V) y Microsoft (NASDAQ:MSFT).
Casi el 59% de la subida del 22,5% del NASDAQ 100 de este año se debe a las ganancias de Apple, Microsoft, Amazon.com (NASDAQ:AMZN), Facebook (NASDAQ:FB), Comcast (NASDAQ:CMCSA), ambas clases de la sociedad matriz de Google Alphabet (NASDAQ:GOOGL) y Costco Wholesale (NASDAQ:COST).
Pero últimamente, la incertidumbre a la que se enfrentan los mercados ha impulsado una rotación. Al cierre del viernes, las acciones de cinco de las empresas del Dow cotizaban ya a menos de 2 puntos porcentuales de sus máximos de 52 semanas: Nike (NYSE:NKE), Procter & Gamble (NYSE:PG), Walmart (NYSE:WMT), Home Depot y Verizon (NYSE:VZ). La acción media del Dow cotiza más de un 10% por debajo de sus máximos de 52 semanas. Un descenso del 10% frente al pico es el indicador tradicional de una corrección.
Sólo las acciones de 10 empresas del NASDAQ 100 se encuentran a 2 puntos porcentuales o menos de sus máximos de 52 semanas. Apple es la más destacada con un 0,6%. Otras incluyen Dollar Tree (NASDAQ:DLTR), PepsiCo (NASDAQ:PEP), Celgene (NASDAQ:CELG) y Charter Communications Inc (NASDAQ:CHTR).
Microsoft está un 3,2% por debajo de sus máximos de 52 semanas. Amazon se encuentra un 14,7% por debajo de sus máximos históricos, registrados hace casi un año.
4. Las acciones de vivienda o relacionadas con la vivienda podrían estar formando una burbuja
Ésta es una cuestión peliaguda porque las ventas inmobiliarias y la nueva construcción todavía no se han recuperado de la gran crisis de la construcción que comenzara en 2007.
Las bajas tasas hipotecarias, sin embargo, parecen haber impulsado las licencias de obra y las promociones de vivienda a máximos de este año, a pesar de los enormes problemas de asequibilidad en los principales mercados.
Las tasas bajas desataron una enorme burbuja a principios de la década de 2000.
Las acciones de las constructoras de viviendas, por su parte, están subiendo. D.R. Horton (NYSE:DHI), PulteGroup (NYSE:PHM), Lennar (NYSE:LEN) y NVR (NYSE:NVR), las cuatro más grandes por volumen de ventas, han subido una media del 50% este año.
Las acciones de William Lyon Homes (NYSE:WLH), una gran constructora de la costa oeste, han subido un 91%. El S&P 500, por otro lado, avanza sólo un 17,76%.
Los ratios PER sugieren que estas acciones no están sobrevaloradas, pero estas ganancias tan elevadas probablemente sean insostenibles.
5. El desastre de las OPV: el problema de Uber-Lyft-WeWork-Peloton
Inevitablemente, incluso en los mercados sobrecalentados, siempre hay una empresa o un evento relacionado con acciones con el que los inversores se dan cuenta de que es simplemente un disparate, como la compra de 45.000 millones de dólares de TXU, una enorme empresa de servicios públicos de Texas por parte de los gigantes mundiales de la compra como KKR (NYSE:KKR), Goldman Sachs (NYSE:GS) y Berkshire Hathaway (NYSE:BRKa).
En el caso de TXU, cuando los precios de la energía se desplomaron, la compañía quedó paralizada. La audacia del acuerdo no era más que una señal de lo sobrecalentados que estaban los mercados financieros. Las acciones alcanzaron su punto máximo ese mismo año, y por supuesto nadie olvidará lo que sucedió a finales de 2008.
La bandera roja de este año son las superpublicitadas y sobrevaloradísimas ofertas públicas de venta (OPV) que se han llevado un batacazo tras salir a bolsa o, en el caso de We, sociedad matriz de WeWork, fueron abortadas antes de salir a bolsa siquiera.
Uber (NYSE:UBER), Lyft (NASDAQ:LYFT), WeWork y Peloton (NASDAQ:PTON) Interactive (NASDAQ:PTON) mostraron un rápido crecimiento de los ingresos. Los beneficios, sin embargo, no existen y probablemente no existirán durante algún tiempo. Y ahora, los inversores se niegan a pagar el pato de las pérdidas.
La pregunta para los inversores con visión de futuro es simple. A pesar del repunte del final de la semana, ¿serán estos problemas de OPV, junto con los demás factores mencionados anteriormente, los sedantes psicológicos para las acciones? No podemos saberlo, por supuesto, pero vale la pena ser conscientes de los factores técnicos, así como de los fundamentales.