El mal momento de los mercados financieros internacionales ha tenido un impacto negativo en la mayoría de las monedas de países emergentes. Durante las últimas semanas, se produjo el fenómeno de “vuelo a la calidad”, es decir, que los inversores abandonaron sus posiciones en activos más riesgosos y demandaron títulos que se comportan como “refugio de valor”.
Cuando los índices norteamericanos operan a la baja, al estar valuados en dólares, también significa que la divisa norteamericana se aprecia considerablemente. Esto se pudo ver reflejado en las cotizaciones de las monedas de naciones como México, Brasil, Argentina, Rusia, Chile y Sudáfrica, entre otros.
En lo que va del año, el dólar se ha revalorizado más un 16% contra el peso mexicano, un 21% contra el real brasileño, un 19% respecto al rublo ruso y cerca de un 14% frente al rand sudafricano.
Ante la corrida cambiaria sufrida en estas naciones, los presidentes de estos países han tratado de llevar calma a sus respectivas poblaciones.
El jefe de Estado mexicano, Andrés Manuel López Obrador, expresó que la crisis generada por el desplome en el precio del crudo ha deteriorado a la economía local, pero considera que podrá recuperarse. “Se afectaron las bolsas del mundo, se afectó todo el sistema financiero, todas las monedas se depreciaron. Sin embargo pensamos que vamos recuperarnos, soy optimista porque tenemos finanzas públicas sanas, buenas reservas y no tenemos déficit fiscal”, opinó López Obrador.
Por su parte, Chile también ha sufrido una devaluación cercana al 15% en su moneda desde que comenzó el 2020. El mandatario chileno, Sebastián Piñera, consideró que el futuro no será tan optimista para la nación trasandina. “La propagación mundial del coronavirus va a tener un impacto enorme para la economía local debido a su fuerte dependencia de las exportaciones. Chile es un país abierto que exporta gran parte de sus productos al extranjero, nos va golpear muy fuerte”, expresó Piñera.
Uno de los países más afectados por esta crisis financiera ha sido Rusia, luego del fracaso en las negaciones con la OPEP y desplome de más de un 30% en el precio del petróleo, el rublo ruso contra el dólar ha pasado de 60 a 75 en cuestión de tres meses. Como medida de último recurso, el banco central ruso suspendió las operaciones de compra de moneda extranjera por 30 días, para evitar una depreciación mayor de la moneda nacional.