Muchas veces hemos hablado del valor del oro como un activo de inversión a largo plazo, bueno como diversificador de carteras y como un seguro indispensable contra desastres financieros. No obstante, esto no significa que un inversionista solamente compre oro y lo mantenga para siempre. Los mejores también pueden (y deben) invertir con el rey de los metales en el corto plazo.
El experto Jeffrey Christian, director de CPM Group, es de la misma opinión. Dice que en su experiencia “los inversionistas que lo hacen mejor están en largo y en corto plazo (en el oro). Algunos metales preciosos son un seguro de largo plazo y diversificador de portafolio. Pero también se comercia con el metal”, para buscar ganancias más rápidas.
Christian comentó en una entrevista con Investingnews.com que algunos inversionistas que tienen oro a largo plazo son felices cuando suben los precios… para después bajar, como en cualquier mercado, donde hay fluctuaciones por las operaciones diarias. Aunque hay una gran diferencia entre el mercado de las materias primas y el resto.
“Si inviertes en una acción, hay un regulador para ese mercado que demanda exactitud de la información de la compañía de la que estás comprando la acción. En el mercado de bonos pasa lo mismo, encuentras mucha información y análisis. Pero el mercado de commodities está totalmente desregulado. Tienes mucha mala información (…) y el inversionista tiene que ser capaz de discriminar la buena y mala información. Leer para comprender, no para confirmar sus creencias.”
Estamos de acuerdo con Christian.
Para saber invertir en oro (así como en otros activos), es necesaria información de primera mano de quienes siguen el día a día del mercado (como lo hacemos aquí en Top Money Report), comprenden lo que está pasando y comprenden los momentos para saber cuándo estar en corto y/o en largo plazo.
Y precisamente para entender los momentos, Christian dice que no esperemos que los precios del oro y la plata despeguen este año, después de que estuvieron en mínimos la mayor parte de 2018. Pero hay una serie de factores que, combinados, pueden hacer que la mayoría de los inversionistas vuelvan a ver al metal áureo y éste suba de precio.
Se refiere al inflado mercado de deuda, el de vivienda, la industria automotriz, consumo, deuda del gobierno, deuda corporativa, tasas de interés o vulnerabilidades en las bolsas de valores. Y cuando esos problemas ya estén en la puerta, la economía de Estados Unidos (y global) estará en problemas, pero no quien posea oro.
Y, por si fuera poco, están los problemas geopolíticos: la guerra comercial entre EU y China, el Brexit, la crisis en Venezuela y los problemas internos que se sumen en el gobierno estadounidense. Y los inversionistas ya están reaccionando a ello. El oro a precio spot contra el dólar está en su nivel más alto desde mayo de 2018, como podemos ver en esta gráfica de ZeroHedge.