El comportamiento que ha tenido la Bolsa de México en los últimos días parece estar moviéndose por “adivinanzas” y no por criterios fundamentales. No se puede explicar el alza que tuvieron las acciones de AMX L entre el 10 y el 20 de octubre, de aproximadamente $16.50 a $18.50, porque la mayoría de los pronósticos anticipaban un mal reporte del 3T17, y al confirmarse que fueron malos, la acción llegó a perder cerca del 10.0% el miércoles, aunque cerró con una caída de 6.92%, afectando al IPC con 423 puntos de los 1,281 puntos que perdió. Por otro lado, el anuncio de la compra de compra de Grupo Interacciones por parte de Grupo Financiero Banorte (MX:GFNORTEO), provocó que las acciones de este último tuviera una pérdida de 9.3%, influyendo en el IPC con una pérdida de 435 puntos. Sin embargo, el mercado, parece haber castigado a Gfnorte O sin conocer los montos de la operación, la forma en que será fondeado, y sobre todo sin considerar que el Banco mexicano se fortalece frente a los grandes grupos financieros extranjeros como BBVA (MC:BBVA) Bancomer, Citibanamex y Santander (MC:SAN) México.
La caída de estas dos emisoras representó el 67.0% de los 1,281 puntos que cayó el IPC el miércoles, equivalentes a una pérdida de 2.55%, con lo que cerró en 48,876.46 puntos, y no hay que descartar que sobre los niveles actuales vuelva a “rebotar” como lo hizo el pasado martes.
En Estados Unidos, el mercado neoyorquino tampoco tuvo un buen “miércoles”, ya que los tres principales índices de Wall Street cerraron con una pérdida promedio de 0.49%, aunque esta se puede explicar por una toma de utilidades después de las ganancias que ha tenido.
En el mercado de divisas, el dólar cerró con una ligera pérdida de 0.12%, ubicándose el índice DXY en 93.42 puntos, mientras que el tipo de cambio en México, logró frenar la depreciación al cerrar en $19.0695 con una ganancia de 12.5 centavos, según Banxico, apoyada por un aumento en el monto de las subastas en US$4,000 millones, de los US$20,000 millones disponibles.