- El impacto económico del COVID-19 altera las perspectivas de la deuda soberana.
- El desplome de los precios del petróleo ejercería mayores presiones a Pemex.
- Diversas entidades financieras también sufrieron recortes en sus notas crediticias.
El impacto económico del COVID-19 altera las perspectivas de la deuda soberana del país
La semana pasada la agencia calificadora Standard & Poor’s revisó a la baja la calificación crediticia de la deuda soberana de México; por su parte, HR Ratings lo hizo el día de hoy. En el caso de S&P, la nota pasó a BBB desde BBB+; mientras que en el de HR Ratings la modificó a HR BBB+ (G) desde HR A- (G). En ambos casos se mantuvo la perspectiva en negativa. Entre los elementos que consideraron las firmas para realizar un ajuste en su calificación destacan: ¡) un incremento en el nivel de riesgo derivado de una combinación de shocks externos, tales como el impacto económico del COVID-19, el desplome de los precios internacionales del petróleo y un deterioro en las expectativas de crecimiento de la economía mundial; ii) perspectivas de una fuerte contracción del PIB de México para 2020; y, iii) el debilitamiento de los fundamentos macroeconómicos de la economía mexicana durante 2019 y un reducido espacio fiscal. Por otra parte, las dos agencias prevén una contracción de la actividad económica para 2020, S&P estima una contracción de 2.0% – 2.5% y HR Ratings prevé una caída de 2.3%.
El desplome del precio internacional del petróleo ejercería mayores presiones a Pemex
En línea con la degradación de la calificación crediticia de la deuda soberana de México, S&P y HR Ratings también anunciaron recortes a la nota crediticia de Pemex. En el primer caso, S&P redujo su calificación a BBB desde BBB+, manteniendo la perspectiva en negativa. En el segundo, HR Ratings degradó la calificación de la paraestatal a HR BBB+ (G) desde A-(G) y, al igual que S&P, mantuvo su perspectiva en negativa. Cabe recordar que en junio del año pasado, Fitch retiró el grado de inversión a Pemex al ubicarla en BB+, por lo que, en caso de que otra agencia decidiera rebajar su nota, la empresa perdería definitivamente el grado de inversión. Es importante destacar que, tanto S&P como HR Ratings mantienen vinculada la calificación de Pemex con la nota de la deuda soberana, por lo que una degradación de la métrica crediticia de la paraestatal impactaría sobre la nota del soberano.
Diversa entidades financieras públicas y privadas también sufrieron rebajas en sus métricas
Como consecuencia de la reducción de la calificación soberana de México, S&P también revisó a la baja las calificaciones de 38 instituciones financieras, entre las cuales se encuentran algunos de los bancos más grandes que operan en el país, así como entidades públicas. Entre las instituciones financieras públicas se encuentran: Nafin, Bancomext, Banobras, IPAB e Infonavit. Por su parte, las entidades privadas que sobresalen son: Citibanamex, BBVA (MC:BBVA), Banorte (MX:GFNORTEO), HSBC, Inbursa (MX:GFINBURO) y Scotianbank. Por otra parte, la firma detalló que, debido al debilitamiento de la resiliencia económica del país, decidió aumentar el nivel de riesgo económico del sector bancario de 5 a 6, mientras que para el análisis de riesgos de la industria bancaria por país lo modificó de 4 a 5. No obstante, a pesar del panorama económico retador, la agencia prevé que los bancos mexicanos seguirán manteniendo indicadores de rentabilidad y calidad de activos adecuados.