Ecuador ha anunciado recientemente que tiene la intención de abandonar la OPEP a principios de 2020. Como el país sudamericano es el cuarto menor productor de la OPEP (produce alrededor de 540.000 barriles al día en este momento), la pérdida de Ecuador no es catastrófica para el cártel petrolero. Sin embargo, es una mala señal en cuanto a la fuerza de la organización multinacional y su capacidad para mantener unidos a sus miembros.
Como organización, el poder de la OPEP proviene de la capacidad de sus miembros para trabajar juntos. Cuando Venezuela y Arabia Saudí formaron la OPEP allá por la década de 1960, la idea era esgrimir el poder combinado de varias naciones productoras de petróleo para manipular la producción global y, por lo tanto, los precios de la materia prima. Los países siguen siendo miembros de la OPEP sólo porque ven beneficios para ellos mismos.
Sin embargo últimamente Ecuador ha estado sobrexcediendo su cuota en sólo 30.000 barriles al día. Eso no parece mucho, pero es importante para el Gobierno ecuatoriano. La OPEP, y su asociación OPEP+ con Rusia y otras naciones, le ha fallado a Ecuador, porque no ha sido capaz de impulsar el precio del petróleo.
Si el precio del petróleo no sube —y no lo está haciendo—, Ecuador tiene que obtener más ingresos produciendo y exportando más petróleo. Por lo tanto, no puede tolerar las cuotas impuestas por la OPEP.
Ecuador aumenta las reformas internas centradas en el petróleo
El aumento de la producción de petróleo es parte de un amplio conjunto de reformas iniciadas por el presidente de Ecuador. Otra de estas reformas fue un decreto por el que se retiraron los subsidios estatales al diésel y la gasolina que le han estado costando al Gobierno 1.300 millones de dólares al año. La población ecuatoriana reaccionó a la eliminación de estos subsidios con protestas masivas contra las subidas de los precios que tendrán que pagar por el combustible. Irónicamente, las protestas han tenido impacto en la producción de petróleo de Ecuador. Los bloqueos de carreteras, junto con los cierres de pozos, han obligado a varias de las empresas de Ecuador, tanto estatales como independientes, a reducir la producción en aproximadamente un 31% o 165.000 barriles al día. No está claro cuánto durarán estas interrupciones.
Ecuador no es el único país de la OPEP y la OPEP+ que ha estado produciendo en exceso. La cosa es que Irak lleva produciendo en exceso durante años. Sin embargo, este país es el segundo mayor productor de la OPEP en este momento y una poderosa fuerza dentro del mercado. Por lo tanto, la OPEP no puede permitirse que se marche del cártel. Como resultado, el comité encargado de supervisar el cumplimiento podría reprender a Irak por la sobreproducción, pero la OPEP sigue permitiendo que se exceda en su producción. Ecuador no es tan valioso para el cártel.
Ahí está el problema. Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y otros países comprometidos con la continuación de la OPEP (y el poder añadido que les proporciona la OPEP) deberían ser capaces de satisfacer incluso a los productores más pequeños. Sin embargo, si la OPEP no logra que suba el precio del petróleo, puede que tenga que permitir que incluso los países menores y menos significativos del cártel produzcan en exceso, ya sea formal o informalmente. De lo contrario, los productores más pequeños podrían no ver ninguna razón para participar en una OPEP que no les ayuda a aumentar sus ingresos.