Hoy me ha preguntado el primo de mi vecino (no va con segunda intención...) si resulta mucho más efectivo hacer la cosas (en la vida, en los mercados, en el trading...) de un modo sencillo o si lo que realmente produce los resultados es la complicación, tanto en las formas como en los tecnicismos con los que nos expresamos y contamos lo que hacemos.
Coincido con él en que, en un mundo tan sobresaturado de información como es éste de la especulación, y en el mundo "real" en general, creemos absurdamente que tiene más valor, que es más meritorio y está mejor considerado algo formado por un mecanismo complejo, algo a lo que se accede por intrincados caminos, algo de maquinaria enrevesada e inescrutable, que algo simple y sin complicaciones.
Calificamos como interesante a alguien de personalidad oculta y múltiple, o de sobresaliente a un sistema de trading en el que tienen que converger tantos indicadores y circunstancias a la vez, creado de un modo tan supuestamente científico y difícil, que ni sus propios creadores son capaces de explicar el porqué de las entradas y salidas que determina, achacando siempre al atribulado y confuso trader el hecho de que no obtenga resultados satisfactorios a que no sabe entender la enorme e ingente complejidad del referido sistema.
Si la plataforma de un broker es simple y de fácil funcionamiento y, encima, es barata, no nos parece fiable. Si alguien te ofrece un servicio o algo y o es muy barato o no viene precedido de mucho márketing, lo desechamos y escogemos la opción más artificial y a la postre inútil... ¿Por qué nos gustan tanto las complicaciones, en nuestro vivir y en nuestro tradear? ¿Acaso pensamos y nos creemos de verdad que somos más felices si hacemos las cosas de un modo complejo o que somos mejores traders si nuestro sistema es un auténtico jeroglífico? Dos más dos siempre van a ser cuatro, y para llegar a ese resultado, es más efectivo hacer la suma con los dedos que utilizar una sofisticada computadora.
En el trading hay que entrar cuando nuestro sistema nos lo diga (nos guste o no), salirnos cuando alcance nuestro stop (nos duela o no), ser obedientes y disciplinados, observar lo que hace el precio en vez de pensar sobre lo que va a hacer, cortar las pérdidas y dejar correr los beneficios. Ser obedientes y disciplinados, siempre, siempre, siempre.
El bueno del primo de mi vecino sonríe y dice que todo lo demás son auténticas tonterías, predicciones, elucubraciones y pensamientos absurdos.
Yo mismo he caído en errores semejantes muchos días, queriendo complicar un sistema que me estaba funcionando pero me parecía demasiado evidente y sencillo, buscando y añadiendo argumentaciones extrañas, para darme cuenta de que lo único que puede hacerme triunfar o fracasar no es añadir indicadores, buscar ondas o ecuaciones en los gráficos, complicar todo, en definitiva, sino obedecerme, me guste o no: si mi sistema me dice que entre en largo (aunque todos los gurús y noticias digan que los mercados se van a hundir), entraré largo y me pondré corto cuándo así también me lo esté marcando, aceptando las probabilidades y estadísticas a mi favor. Ni intentaré luchar contra tendencia, ni extender absurda y dolorosamente mis stops hasta el infinito, porque alguien ha pronosticado que hoy el mercado caerá o subirá, y mientras, me quedo esperando a un giro que no llega, perdiendo el capital, la moral y el ánimo...
Es simple y funciona en un número mayor que falla. ¿Por qué complicarlo?
Que sea sencillo no quiere decir que sea fácil. De nosotros depende y ahí está la dificultad. Quiero centrarme y concentrarme en el trading puro y duro, tan sencillo y complicado a la vez como puede ser, pero con el compromiso de continuar durante unos cuantos meses tan sólo, tratando de orientar a quienes me lo solicitan y andan algo perdidos por estos intrincados caminos, pero sabiendo siempre que en lo que tengo que centrarme y dedicarme es en las velas, en los vaivenes del precio entre los gráficos...en buscar,como siempre, tener resultados en vez de razón...Voy a hacerlo aún más simple.
El triunfo, personal y en el trading, no tiene por qué estar reñido con lo sencillo. Hay que obligarse a ser disciplinadamente simples...
Y después obligarse a hacer eso el resto de las horas, y al día siguiente, y al posterior.
Y si deseas pasar ya a la acción, comienza hoy mismo: atrévete a empezar (contacta conmigo si lo deseas), inténtalo tanto en real como practicando... No lo demores, ya sabes: el mejor día para haber comenzado algo fue ayer... pero el segundo mejor, sin duda, es hoy... Da el primer paso.