Tras el acceso de los precios hacia máximos históricos de 2072 dólares hacia el pasado mes de agosto, se originó el proceso correctivo del último año, que ha mostrado características laterales, tipo triángulo.
De acuerdo a nuestras expectativas, esta baja observada desde máximos históricos se trata de un movimiento sólo temporal dentro del ciclo alcista iniciado hacia finales del año 2015.
La zona de 1730-1670 dólares por onza ha demostrado ser importante soporte al proceso de recorte. Por lo mencionado, creemos que en la medida que los precios se sostengan por encima de esta zona, podremos estar expectantes de una salida alcista en el precio del metal, que no sólo logre recuperar en forma íntegra la baja previa desde los máximos históricos de 2072 dólares, sino que incluso pueda llevar los precios en los próximos meses hacia objetivos alcistas bastante más ambiciosos que se proyectan hacia instancias de 2400-2600 dólares.
Creemos que recién con un acceso de los precios hacia esas instancias, un techo de mayor importancia para el metal podría ser conseguido.
De corto plazo, sugerimos estar atentos ante subidas por encima de 1840-1880 dólares, ya que ello estará indicando que el piso correctivo buscado ha sido conseguido y que el avance del metal ha quedado retomado.
Actualmente sólo en caso que tengamos caídas debajo de los 1670 dólares, estaremos comprometiendo estas expectativas alcistas favorecidas y en tal caso estaremos advirtiendo ante la presencia de un recorte mayor directo, al menos con destino de 1550-1450 dólares por onza. Veremos…