El peso cotiza de manera estable alrededor de 19.8978 pesos por dólar, con una apreciación de 0.59% u 11.8 centavos, por debajo del nivel psicológico de 20 pesos que es atractivo para la compra de coberturas cambiarias. La apreciación del peso se debe principalmente a la decisión del Banco de México de subir la tasa de interés en 75 puntos base y a la expectativa de que continúe adoptando una postura más restrictiva en los próximos meses. Asimismo, la apreciación del peso se le atribuye al debilitamiento del dólar estadounidense, cuyo índice pierde 0.29%.
El peso mexicano todavía tiene el potencial de cotizar por debajo del soporte de 19.80 pesos por dólar, como se observó durante las últimas semanas de mayo, siempre y cuando no se observan claras señales de una desaceleración económica en Estados Unidos que aumente la aversión al riesgo en los mercados. Hacia abajo, el siguiente soporte importante se ubica en 19.60 pesos por dólar.
Cabe destacar que la apreciación del peso se debe en gran medida a factores relacionados con la política monetaria y expectativas globales, por lo que no implica que hayan desaparecido los riesgos internos para México.