Esta mañana, el peso continuaba operando de rango cerca de los niveles más bajo del año gracias a la cautela de los inversionistas durante la semana. Sin embargo, tras la publicación del reporte de inflación al consumidor en EE.UU., el peso se presionó al alza, pero menos de lo esperado a pesar de que los precios superaron las expectativas de los inversionistas.
Ahora, ante un mayor apetito por riesgo en el mercado nuestra moneda retoma el movimiento bajista y, desde el punto de vista técnico, el estocástico se dirige hacia la zona de sobreventa rápidamente, lo que nos indica fortaleza a la baja. Hace unos momentos, el peso ganaba 0.2% cotizando en $19.69.
En EE.UU., durante mayo se registró una desaceleración de la inflación general ubicándose en 0.6% m/m, sin embargo, este aumento superó las expectativas de los analistas que estimaban un incremento de solo 0.4%. Con ello, la inflación anual también se disparó por encima de las proyecciones del mercado a 5.0%, por lo que se ubica en su nivel más alto desde agosto de 2008, cuando la economía experimentó un repunte en los precios del petróleo.
Por componentes, destacó un aumento de los precios de autos y camiones usados en 7.3% m/m, lo que representó cerca de un tercio de la inflación. Sin embargo, en comparación anual, los precios de energía continúan siendo el principal motor, pues este índice aumentó en 28.5% a/a y los precios de gasolina incrementaron 56.2% a/a.
Por su parte, la inflación subyacente, que excluye los precios de alimentos y energía, ascendió a 0.7% m/m y 3.8% a/a, alcanzando su nivel más alto desde 1992. Sin embargo, estos resultados están significativamente sesgados por una muy baja base de comparación en 2020. Por lo tanto, podemos observar que algunos precios, como los de la gasolina que incluso cayeron el mes pasado (-0.7% m/m), lo que podría ser una señal de que algunas presiones al alza comienzan a disminuir y estas podrían ser transitorias, en línea con las estimaciones y opiniones de los miembros de la Reserva Federal.
