El peso mexicano cotiza en 19.9651 pesos por dólar, con una depreciación de 0.35% o 6.9 centavos, luego de apreciarse por tres sesiones consecutivas. El peso revirtió sus ganancias iniciales debido a que la contracción del PIB estadounidense durante el segundo trimestre fue de 0.6%, menor a lo reportado inicialmente (-0.9%), lo que alentó la expectativa de que la Reserva Federal pueda continuar con sus incrementos agresivos en su tasa de interés de referencia.
Mientras tanto, las minutas de política monetaria de Banco de México no mostraron ningún comentario inesperado que pudiera impulsar la apreciación del peso mexicano.
Desde un enfoque técnico el tipo de cambio sigue mostrando una tendencia de baja, y aunque aún hay espacio para que el peso siga apreciándose antes de una corrección al alza, la tendencia puede revertirse en cualquier momento. Hay que mencionar que el Índice de Fuerza Relativa se ubica en un nivel neutral de 40.93 unidades. Sin embargo, en niveles por debajo de los 20 pesos por dólar se dan compras anticipadas de dólares y de coberturas cambiarias.
El comportamiento del peso mexicano es un claro ejemplo de que la volatilidad continuará en el mercado cambiario. Bajo este contexto, se espera que el nivel de 19.90 pesos por dólar continúe siendo un soporte importante, que de romper de manera sostenida pueda llevar al peso a niveles de 19.80 pesos. Hacia arriba el nivel psicológico de 20 pesos por dólar seguirá siendo una resistencia importante, y de darse un incremento en la percepción por riesgo y superarlo de manera sostenida, podría dirigirse hacia su promedio móvil de 100 días de 20.1594 pesos.