Wall Street cerró la semana con pérdidas. Luego de dos días de avances, el viernes tocaron retirada. Es normal: Wall Street tendrá muy difícil ir más allá de los actuales niveles. Las valuaciones son altas, y la propia Fed se está encargando de poner un techo a los mercados. Y así se mueve, sin grandes movimientos. Posiblemente esa sea la tónica de aquí a finales de año, salvo que Donald Trump aventaje a Hillary Clinton y los mercados se pongan nerviosos. El tono que tomará la campaña de aquí en adelante lo sabremos el lunes: ese día es el primer debate presidencial, y probablemente veamos a un Trump agresivo con su rival demócrata. Ahí se verá cómo Hillary aguanta el embate y qué estrategia sigue para repelerlo.
Al cierre de la sesión, el Dow Jones perdía un 0.71% para terminar en los 18,261.45 pts mientras que el Nasdaq bajaba un 0.63% a los 5,305.75 pts. El S&P’s 500 descendía un 0.57% y concluía en los 2,164.69 pts. Pese a los descensos del viernes, la semana fue de ganancias en Wall Street, y así ha sucedido en tres de las últimas cuatro semanas. El saldo de esta semana fue de una ganancia de 1.2% para el S&P’s 500.
La jornada habría sido mejor si no hubiera sido por el petróleo. En el preludio advertíamos que podía ser la clave: el mercado de energía está nervioso antes de la reunión de la OPEP de la próxima semana. Y pese a todo el tejemaneje que se traen Arabia Saudí, Rusia e Irán, no está claro que se vaya a llegar a un acuerdo para congelar la producción y menos para que se anuncie un recorte. Aunque se anunciar un congelamiento, la OPEP y Rusia están bombeando crudo a niveles récord o muy cerca de ellos.
Así, si bien al inicio de la jornada el barril de petróleo estaba bastante estable derivado de las reuniones que mantiene Arabia Saudí con Irán en Viena, todo cambio cuando Bloomberg reportó que un alto funcionario de Arabia Saudí se había mostrado escéptico sobre la posibilidad de que se llegar a un acuerdo en Argelia el miércoles, cuando se celebrará la reunión de la OPEP. La posibilidad de un acuerdo, al parecer, es aún más remota si tenemos en cuenta que se trata de una reunión informal, más para intercambiar opiniones que para llegar a una decisión en firme.
El mercado reaccionó, en consecuencia, defraudado por toda la especulación que se ha venido levantando y que al final no parece vaya a conducir a nada. La jornada de hoy del petróleo fue la peor en dos meses: los futuros del WTI se hundieron un 3.5% para terminar en los 44.71 dólares en tanto los del Brent bajaron un 3.3% a los 46.09 dólares.
El desplome del petróleo lo resintió Wall Street: el sector petrolero se hundió un 1.4% y fue con mucho el peor de la sesión. Entre las más castigadas estuvieron Devon Energy (-5.6%), Chesapeake Energy (NYSE:CHK) (-3.5%), Anadarko Petroleum (-2.8%), o Chevron (NYSE:CVX) (-0.7%). Y ese sector fue el que pesó sobre Wall Street. También les fue mal al sector tecnológico (-0.9%), y a las financieras (-0.5%). El sector que más avanzó este viernes fue el de bienes de consumo (+0.9%) seguido del industrial (+0.8%).
Por supuesto que el peso mexicano también salió mal librado: en la sesión se hundió un 1.0% a los 19.82 pesos. Y malos días vienen por delante para la divisa mexicana. El debate de Trump y Hillary se le puede atragantar al peso, y lo mismo puede suceder con la reunión de la OPEP el miércoles. Salga lo que salga, se llegue a acuerdo o no, será muy difícil que satisfaga al mercado. Aunque se llegara a congelar la producción, y dado los niveles a los que producen, el mercado petrolero seguiría inundado de crudo. Frente a eso, a Banxico no le quedará de otra que anunciar otra subida de tasas cuando se reúna un día después, el jueves 29 de septiembre.
Por otro lado, la división en el seno de la Fed la dejó muy latente el presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren. Él fue uno de los que disintió en la última reunión, junto con la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, y la de Kansas City, Esther George. Rosengren criticó que el fracaso de la Fed para aumentar las tasas de manera gradual pueda finalmente amenazar la recuperación económica al generar mayores desequilibrios.
También hoy hablaron otros presidentes regionales de la Fed: fue el caso de Robert Kaplan, el presidente de la Fed de Dallas, quien no mostró preocupaciones con los riesgos de un sobrecalentamiento de la economía, y el de Filadelfia, Patrick Harker. El de Minneapolis, quien también votará en el 2017, comentó que está más preocupado por subir las tasas demasiado rápido que en ser demasiado lento para subirlas.
Por lo demás, la gran estrella de la jornada fue Twitter: la acción se disparó un 21% ante las noticias de que la empresa podría estar considerando ponerse a la venta. Yahoo! (NASDAQ:YHOO), luego del robo de 500 millones de cuentas, perdió un 3.1% en tanto Facebook (NASDAQ:FB) bajó un 1.6% tras conocerse que había inflado los tiempos de visión de los videos.