Terminan las elecciones de medio término en Estados Unidos y existen dudas sobre qué partido obtendrá la mayoría en el Congreso.
En caso de que los Republicanos conserven mayoría en ambas cámaras, la percepción desde México podría ser de relativo optimismo, pues es más probable una aprobación rápida del recién acordado T-MEC.
Sin embargo, esto significaría que los republicanos y Trump conservan una amplia base de votantes, lo que eleva la probabilidad de que Trump gane las elecciones de segundo término dentro de 2 años, el cual sería un evento negativo para México.
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Las apuestas indican que serán los demócratas los que ganen mayoría en la Cámara de Representantes, pues el índice de aprobación de Trump ha caído.
Trump ha sido un presidente en constante movimiento y activo en las redes sociales. Le gusta ser el foco de atención y lo ha conseguido mediante sus tuits, amenazas y cambios en la forma de negociar. En términos económicos lo más relevante de su mandato ha sido su reforma tributaria y la aplicación de aranceles.
De hecho, podría decirse que fue Trump quien reinició la era del proteccionismo, muy al estilo de Nixon al decir que el mundo se ha aprovechado de EU. También prometió en campaña hacer un enorme gasto en infraestructura, pero esto está aún en el aire, afortunadamente para las finanzas públicas estadounidenses.
Con el recorte de impuestos que entró en vigor el 1 de enero de este año ha obtenido crecimientos trimestrales alrededor del 3.5% y la disminución de la tasa de desempleo niveles no vistos desde 1969.
Sin embargo, el déficit fiscal también ha subido y con él, el endeudamiento público, generando la idea de presiones inflacionarias en el largo plazo y la expectativa de que la Fed tenga que subir más aceleradamente la tasa, inclusive por encima del 3% calculado como equilibrio para Estados Unidos.
Como parte de su estrategia económica firmó la salida de Estados Unidos del TPP y renegoció el ahora llamado T-Mec, pero falta su aprobación en el Congreso. Con la imposición de aranceles inició la guerra comercial con China, que es probablemente la estrategia más peligrosa, pues los chinos tienen el as bajo la manga de los bonos del Tesoro.
Por su parte, respecto a la revocación completa del Obamacare y su reemplazo con una alternativa basada en el mercado, aun no lo ha terminado cumplir, pues el plan de salud republicano no fue aprobado por el Senado y ha sido muy criticado por la posibilidad de que millones se queden sin seguro, así como por los recortes en el Medicaid. Este tema fue controversial en campaña, pero parece ya no tener tanta relevancia en su agenda.
Respecto a las promesas que desafortunadamente ha cumplido son el salirse acuerdo de París burlándose del cambio climático como un engaño inventado por China y se refirió a las regulaciones de París como sofocantes para el crecimiento estadounidense. También sacó a EU del acuerdo nuclear de Irán, lo cual junto con el enfrentamiento verbal con Arabia Saudita ha provocado incrementos significativos en el precio del petróleo.
En resumen, en materia económica desde que entró Trump podría decirse que Estados Unidos sí ha crecido más, pero de manera artificial y ha acotado su crecimiento en el largo plazo, al propiciar un mayor endeudamiento público. Por supuesto, con los tuits y amenazas ha provocado incertidumbre y volatilidad en el mercado financiero global.