- Un vistazo al último informe sobre la inflación en Estados Unidos
- Respuesta a la gran pregunta: Powell pivotó en 2019, ¿lo hará de nuevo en 2023?
- Análisis de los precios de los mercados de renta fija y variable: ¿una recesión, una época dorada o qué viene exactamente?
Sí, esta vez es diferente: anticiparse al cambio de la FED es una mala idea.
El informe del IPC de Estados Unidos de la semana pasada nos dio una buena noticia: la inflación está bajando, y rápido.
Los inversores en renta fija están convencidos de esta tendencia y esperan que el IPC interanual se sitúe en el 2,50% a finales de verano.
Y no solo es eso, sino que además Powell consiguió exactamente lo que buscaba:
- Las presiones inflacionistas son menos generalizadas: la proporción de grupos del IPC cuyos aumentos de precios anuales intermensuales superan el 4% está retrocediendo rápidamente hasta el 50% desde el máximo del 75% alcanzado hace unos meses;
- El impulso de la inflación pegajosa está desapareciendo: la media móvil a 3 meses del IPC subyacente intermensual de servicios sin refugio se ha ralentizado drásticamente y ahora está en línea con una inflación subyacente anualizada del 2,5-3,0%.
Los mercados tienen un enorme sesgo de inmediatez. Durante los últimos diez años, cada vez que la inflación y el crecimiento se ralentizaban, había que hacer una cosa muy sencilla.
Comprar todos los activos posibles y adelantarse al próximo cambio que fuera a hacer la Reserva Federal. Así que eso es exactamente lo que hicieron los mercados.
Los bonos basura, el Bitcoin, Bed Bath & Beyond (NASDAQ:BBBY) y compañía llegaron a la luna. Las volatilidades implícitas se desplomaron en todos los sectores.
Mi mentor solía decirme que las cuatro palabras que más caras salen en el mundo de las finanzas son: ''Esta vez es diferente''. Sin embargo, creo que este viejo dicho en este caso se equivoca.