El peso mexicano cerró el tercer trimestre del año con una depreciación de 0.54% o 9.8 centavos, cotizando alrededor de 18.22 pesos por dólar, poniendo fin a la tendencia a la baja observada por el tipo de cambio desde inicios del año.
Durante el tercer trimestre la paridad peso-dólar mostró una volatilidad anualizada de 8.96%, por debajo de la observada en el segundo trimestre de 10.82%, debido a que durante el 75% de los días hábiles el tipo de cambio cotizó entre 17.60 y 18.00 pesos.
Cabe destacar que las ganancias del peso se detuvieron por tres factores principalmente. En primer lugar, el inicio de la renegociación del TLCAN marcó el comienzo de un periodo de incertidumbre sobre el futuro de la relación comercial entre México y Estados Unidos.
Aunque los delegados de los países han señalado que la renegociación avanza a un ritmo acelerado, todavía no se dan a conocer detalles sobre los temas más relevantes, en particular los cambios que desea la delegación estadounidense en cuanto a las reglas de origen. Mientras se desconozca una fecha para la conclusión de la renegociación y no se tenga seguridad de que México mantendrá el libre comercio con Estados Unidos, es poco probable que el peso recupere terreno en niveles por debajo de 17.60 pesos por dólar.
Segundo. La Reserva Federal ha reiterado su intención por seguir normalizando su postura monetaria con un incremento adicional a la tasa de referencia en diciembre, debido a que se espera que la economía estadounidense continúe creciendo a un ritmo estable y que la inflación regrese gradualmente al objetivo de 2%.
En el tercer trimestre, la probabilidad implícita de que la Fed suba su tasa de referencia antes de que finalice el año subió de 42% a 70%. Durante el último trimestre del año, la percepción del mercado sobre la conducción de la política monetaria de Estados Unidos podría variar con la publicación de los indicadores de crecimiento e inflación en ese país.
Asimismo, es probable que en octubre la presidencia de Estados Unidos dé a conocer si ratificará a Janet Yellen para otro periodo al frente de la Reserva Federal o si nominará a un sucesor, lo que también podría modificar las expectativas del mercado acerca de futuros incrementos a la tasa de referencia.
Finalmente, durante el tercer trimestre se acentuaron las tensiones geopolíticas, particularmente entre Estados Unidos y Corea del Norte, lo que dio origen a varios episodios de aversión al riesgo que afectaron a las cotizaciones de divisas de economías emergentes.
Hacia el cierre del año, las divisas de economías emergentes estarán vulnerables a episodios de aversión al riesgo, en particular si las amenazas entre ambos países se materializan en acciones militares más concretas.
Hacia el cierre del año el dólar también podría recuperar terreno si los legisladores en Estados Unidos avanzan una propuesta de reforma tributaria que reduciría la carga fiscal corporativa y de los contribuyentes individuales.
A pesar de que todavía carece de un marco técnico, las probabilidades de que la reforma tributaria sea aprobada este año al mismo tiempo que el presupuesto fiscal de 2018 son altas, dada la mayoría republicana en ambas cámaras del Congreso. Es importante mencionar que para México la reforma tributaria de Estados Unidos representa un peligro para su competitividad.