(Por Jim Rickards)
La semana pasada en Inversor Global te mostramos la cartera de acciones de Donald Trump. En el informe que preparamos, nuestro Economista Jefe reveló una jugada estratégica que hizo Trump con la que puedes obtener hasta un 500% de ganancias.
Sin embargo, ésta no es la única forma en la que este excéntrico millonario candidato a presidente te puede hacer ganar dinero.
No me entiendas mal. No me gusta Donald Trump, como tampoco me gusta Hillary Clinton. Pero eso no quita que los inversores globales no puedan aprovechar los movimientos del mercado que la carrera electoral genera.
La volatilidad del mercado que está a punto de explotar. Rusia, Trump y Deustche, tres nombres que explican este fenómeno. Una de las oportunidades más atractivas está enfrente de nosotros. Es el bajo nivel del índice de volatilidad en un mundo que espera un estallido debido a los tipos de cambio inestables, la crisis de liquidez bancaria, la incertidumbre geopolítica y un salvaje ciclo de elecciones estadounidenses.
Una o más de estas fuentes potenciales de inestabilidad están listas para aparecer en los mercados de golpe. La clave para las ganancias es entender cómo usar la volatilidad como una estrategia. Los inversores que actúan ahora pueden conseguir gigantescas ganancias en pocas semanas.
La mayoría de los inversores están familiarizados con los instrumentos específicos del trading como las acciones, los bonos y el oro. Los inversores también entienden cómo las opciones pueden ser usadas para limitar las pérdidas y aumentar las ganancias.
Pero la volatilidad es una estrategia extraña para muchos inversores. ¿Cómo puedes operar la volatilidad? ¿Cuándo está la volatilidad lista para ofrecer grandes ganancias?
En principio, operar la volatilidad no es diferente que operar otros instrumentos más conocidos. El Mercado de Opciones de Chicago (CBOE, por sus siglas en inglés) mantiene un índice de volatilidad propio, el VIX. El VIX opera en un rango de 0 a 100, aunque nunca alcanza esos extremos.
Un nivel de 80 de índice de volatilidad sería asociado con algo como el pánico de 2008. Un nivel de 10 sería asociado con un período inusualmente calmado en los mercados financieros. La mayoría del tiempo el índice opera entre esos niveles.
Cuando operas la volatilidad, no estás apostando en la dirección de los mercados, si no en si habrá movimientos extremos. Cuando compras la volatilidad no te importa si cierto mercado sube o baja, solo te importa si los mercados están moviéndose de manera extrema o inesperada.
Por supuesto, cuando los mercados ya están nerviosos, el precio de la volatilidad (reflejado en el nivel del índice) se dispara. La manera de beneficiarse es comprar volatilidad cuando está baja y después cosechar las ganancias cuando la volatilidad de repente se dispara debido a la ocurrencia de un shock político o de mercado.
El índice de volatilidad alcanzó 79 el 24 de octubre de 2008 (en el gráfico no se ve porque está expresado en promedios bisemanales). Fue después del colapso del mercado hipotecario, la quiebra de Lehman, el rescate de AIG y la legislación TARP.
El índice de volatilidad llegó a 41 el 7 de mayo de 2010 y volvió a subir a 43 el 20 de septiembre de 2011. Ambas subidas fueron en respuesta a la crisis europea de deuda soberana que empezó a principios de 2010.
Finalmente, el índice de volatilidad subió a 25 el 24 de junio de 2016 inmediatamente después del voto del "Brexit". Esta subida en la volatilidad fue la última antes de la reciente subida de mediados de septiembre relacionada con los problemas del Deutsche Bank (DE:DBKGn).
Este patrón demuestra dos aspectos del índice de volatilidad: las subidas ocurren con frecuencia y pueden aparecer de golpe y sin advertencia. Los inversores que poseen las posiciones correctas en el índice de volatilidad pueden tener grandes ganancias cuando estas subidas aparecen de golpe.
Nuestro método de análisis en este momento nos muestra señales de que la volatilidad puede volver a dar un salto en los próximos días o semanas.
La primera señal es la sorprendente caída en la libra (GBP) en relación al dólar (USD) que ocurrió la mañana del viernes 7 de octubre. En minutos, el tipo de cambio colapsó de 1,29 a 1,19 dólares antes de estabilizarse y recuperar algo del terreno perdido. Es un colapso del 8% en minutos.
En términos del mercado de divisas, el crash de la libra ha sido un terremoto. Al inversor de la volatilidad no le importa si los mercados suben o bajan sino si se mueven de manera extrema en cualquier dirección.
Nuestras indicaciones y advertencias señalan una próxima subida en la volatilidad que va más allá de los mercados de divisas. Deutsche Bank es un ejemplo perfecto.
Esa historia se ha calmado un poco en los últimos días pero ningún analista serio cree que todo esté bien ahora.
Las elecciones estadounidenses son otro acontecimiento salvaje. Ahora, los mercados especulan con una victoria de Clinton. Si Clinton gana, la reacción del mercado será nula porque eso es lo que se espera. Pero cualquier indicación de que Trump está subiendo, hará caer a los mercados en picado. Esa es otra victoria para los inversores con la correcta volatilidad.
Después está la peligrosa confrontación entre Rusia y Estados Unidos en Siria. Las charlas y la cooperación entre las dos súper potencias se han roto. Estados Unidos está acostumbrado a controlar los cielos por su gran poder aéreo. Pero Rusia está desafiando ese control con sus propios jets y misiles tierra-aire súper avanzados. ¿Qué pasa si Estados Unidos bombardea una instalación rusa o Rusia derriba un avión estadounidense? Eso podría, o no, llevar a una guerra, pero definitivamente llevará a una subida en la volatilidad.
Esta mezcla de factores hace que el actual nivel del índice de volatilidad sea una posición a largo plazo atractiva. No es probable que el VIX baje mucho más porque ya está en un nivel inusualmente bajo en relación a su comportamiento a largo plazo. En cambio, VIX podría subir fácilmente basado en uno o más shocks que están dormidos pero podrían resurgir en cualquier momento.
En resumen, las probabilidades de perder dinero en una operación bien construida en la volatilidad son bajas y las probabilidades de hacer gigantes ganancias son altas.