En Estados Unidos la inflación de agosto se ubicó en una tasa anual de 5.3% (Figura 1), en línea con las expectativas del mercado, aunque permaneciendo por arriba del 5% por cuarto mes consecutivo. En su comparación mensual la inflación fue de 0.3%, mostrando una desaceleración, luego de haberse ubicado en 0.5% en julio y siendo esta es su menor lectura mensual desde febrero. Lo anterior, se interpreta como una disminución de las presiones inflacionarias.
Al igual que en el resto del mundo, la mayoría de las presiones inflacionarias están relacionadas con la oferta, pues la pandemia ha resultado en una escasez relativa de algunos productos. Adicionalmente, durante el año la inflación ha visto presionada por: 1) la rápida recuperación económica, 2) el rebote en los precios que se habían visto afectados por las medidas de confinamiento, especialmente del sector servicios, 3) el incremento en los salarios y 4) el aumento en los precios de los commodities a nivel internacional.
Uno de los mayores problemas en las cadenas de suministro que se ha alargado por varios meses y que se espera que continúe es la escasez de semiconductores. Lo anterior, ha resultado en paros técnicos de la industria automotriz, limitando la oferta y elevando los precios tanto de los automóviles nuevos, como usados. Así, el índice de precios de automóviles nuevos fue el componente que mostró la mayor inflación mensual durante agosto, al incrementarse 1.2% yacumulando una inflación de 6.6% en lo que va del año.
Debido a la incertidumbre en torno a la pandemia, se espera que la inflación de Estados Unidos se mantenga por arriba del 5% en el resto del año. Así, se estima que la inflación anual de Estados Unidos promedie 4.3% en el 2021 (Figura 3), lo que sería la mayor inflación promedio anual desde 1991.
En agosto la inflación subyacente, la cual sirve como un mejor indicador sobre la tendencia de la inflación a largo plazo, se ubicó en una tasa anual de 4.0%, disminuyendo desde su nivel de 4.3% del mes anterior. En su comparación mensual, la inflación subyacente fue de 0.1%, su menor lectura desde febrero.
Al interior de la inflación subyacente, se destaca la inflación negativa en los vehículos usados (-1.5% mensual), luego de haber alcanzado un pico de 10.5% en junio y marcando así su menor tasa mensual desde noviembre del 2016. De manera similar, el índice de precios de bienes relacionados al sector salud mostró un retroceso mensual de 0.2%.
En los servicios, el índice de precios de transporte se contrajo a una tasa mensual de 2.3%, luego de haber disminuido 1.1% en julio. La contracción en este índice de precios fue arrastrada por los precios de renta de vehículos (-8.5% mensual), seguro de automóviles (-2.8%), así como por los precios del transporte público (-5.5%). En agosto las tarifas aéreas mostraron una tasa de inflación mensual negativa de 9.1%, con lo que el índice de precios de este sector todavía permanece 17.9% por debajo de su nivel pre pandemia de febrero del 2020. Por otro lado, los precios de servicios referentes al alojamiento habitacional avanzaron a una tasa mensual de 0.2%, su menor incremento desde febrero. Las menores presiones inflacionarias en los servicios que habían sido afectados por la pandemia en el 2020 son señal del impacto de la variante Delta, que ha limitado nuevamente el traslado y el turismo.
En cuanto a la inflación no subyacente, los precios de los alimentos aumentaron a una tasa mensual de 0.4%, luego de haber avanzado 0.7% en julio. Asimismo, los precios de los alimentos fuera de casa avanzaron a una tasa mensual de 0.4%, disminuyendo desde la inflación mensual de 0.8% observada en julio. El índice de precios de alimentos fuera de casa continúa limitado por los alimentos en escuelas y oficinas, el cual retrocedió 17% en agosto, su mayor contracción en registro.
Por último, el índice de precios de la energía se incrementó a una tasa mensual de 2.0%, su mayor avance desde marzo, impulsado por el incremento de 2.8% en las gasolinas. Hacia adelante se espera que las presiones al alza sobre los precios de la gasolina disminuyan hacia septiembre con el fin de la temporada de verano y ante el nerviosismo ante la nueva ola de contagios de coronavirus.
Observaciones generales
Durante agosto, fue evidente la desaceleración de las presiones inflacionarias. No obstante, gran parte de las contracciones mensuales se dieron en servicios y bienes que anteriormente habían sido afectados por la pandemia, lo que parece indicar que los consumidores nuevamente mostraron un cambio en su comportamiento ante la propagación de la variante Delta.