Todos los años Warren Buffett, el principal ejecutivo de Berkshire Hathaway (NYSE:BRKa) (BH), escribe una carta a los accionistas de la compañía que es dada a conocer cada febrero como papel de trabajo para preparar la asamblea anual de accionistas en mayo de cada año.
Como es bien sabido el Sr. Buffet es considerado uno de los grandes gurús del mundo de la inversión en instrumentos de oferta pública, y su carta anual es una oportunidad única para conocer sus opiniones sobre transacciones hechas por su corporación y sus percepciones sobre el ambiente de inversión en los próximos años.
Destacan en esta carta dos temas, a saber:
- De la posesión de participaciones accionarias a la posesión de la totalidad del negocio: en pocas palabras aunque BH sigue teniendo participación accionaria en empresas como Kraft (NASDAQ:KHC) o Bank of America (NYSE:BAC), también aprovecha la oportunidad de comprar el 100% de empresas con alto potencial de crecimiento, pagándolas en efectivo, con los recursos generados por el portafolio de títulos valores y por los dividendos que pagan a BH sus subsidiarias. Esta compañía tiene como filosofía acumular importantes cantidades de efectivo, a la espera de oportunidades excepcionalmente atractivas como fue el caso de Kraft, la cual fue comprada en sociedad con el grupo brasileño 3G.
- El impacto de las comisiones cobradas por los administradores de portafolios: en la carta del año 2005, Warren Buffett afirmaba que un inversionista con bajo presupuesto que se limitase a comprar fondos mutuales o etfs que replicasen los principales índices bursátiles (S&P 500), vehículos de inversión que cobran muy bajas comisiones administrativas, tenía más chance de hacer dinero que aquellos, de mayor nivel de riqueza que usaban vehículos sofisticados de inversión como son los hedge funds, debido a las altas comisiones de manejo que estos cargan a sus clientes.
Para hacer más contundente su afirmación, Buffett ofreció apostar medio millón de dólares a un plazo de 10 años contra cualquier miembro de la industria de fondos de cobertura que aceptase el reto.
La apuesta se concretó a mediados de 2006, cuando Ted Seides, en representación de Protégé Partners un fondo de fondo (es decir un fondo de inversión que invierte en otros de su misma naturaleza), la aceptó y escogió los cinco hedge funds que competirían contra la versión Vanguard del S&P 500.
Aunque faltan algunos meses para que el plazo de la apuesta expire, es prácticamente un hecho que Buffett la ganará. El retorno interanual del S&P 500 ha sido del orden del 7,1% en el plazo de la apuesta, mientras los fondos de fondo rentaron 2,2%. Dado el esquema de comisiones vigentes la década pasada en la industria de los fondos de cobertura, 2% por manejo y 20% de las ganancias, más las comisiones adicionales de los manejadores de los fondos de fondos, 60% de las ganancias de los portafolios se destinaron a remunerar a los administradores de los mismos.
La carta de Buffett a los accionistas trae a colación un par de temas que resultan incomodos a la mayoría de los inversionistas. Invertir en muchos casos es el arte de identificar activos subvaluados y conservarlos mucho tiempo hasta que el mercado reconoce tal subvaluación y paga por ellos.
Buena parte de la riqueza, la producen empresas bien manejadas, que se desempeñan en sectores que no son ni muy conocidos ni bien entendidos por el público en general. Por lo que para obtener buenos retornos, hay que invertir en lo que uno conoce y ser paciente. La paciencia y el conocimiento no siempre abundan, pero pueden ser cultivados.