Las acciones del gigante mundial de la industria de cobre, Freeport-McMoRan (FCX), están atravesando un período de bonanza en el corto plazo: han tenido un alza de más del 40% en el último mes.
Esta performance se explica principalmente en base a los resultados de la compañía, los cuales superaron los pronósticos de los analistas en el último trimestre. A su vez, el principal determinante de las ganancias de la firma es el precio del cobre, y ese metal parece estar presentando perspectivas alentadoras.
Superando los pronósticos del mercado
Freeport-McMoRan reportó 4.300 millones de dólares en ventas durante el tercer trimestre de 2017; el dato representa un crecimiento del 10,8% en comparación con el tercer trimestre de 2016. La facturación de la empresa superó los pronósticos de los analistas en 220 millones de dólares. Las ganancias por acción ascendieron a 0,34 por unidad, superando los estimados del mercado en 0,03 dólares por papel.
Si bien los volúmenes de producción estuvieron a la baja durante el trimestre, los mayores precios del cobre fueron el principal disparador detrás de los resultados de la compañía. El precio promedio realizado durante el trimestre fue de 2,94 dólares por libra, un crecimiento del 34% frente a los 2,19 dólares por libra del mismo período del año anterior.
La variable clave
Una posición en Freeport-McMoRan es necesariamente una apuesta al precio del cobre, ya que la cotización del metal es un determinante fundamental de la performance financiera del negocio. Dado que el cobre tiene un uso intensivo en toda clase de aplicaciones industriales, la demanda tiende a ser bastante cíclica y difícil de predecir. Más allá de esto, la ecuación de oferta y demanda parece alentadora en el largo plazo.
El equipo directivo de Freeport-McMoRan explicó en la última conferencia de prensa que la demanda de cobre se ha mantenido por encima de las expectativas, debido a los sólidos datos de producción industrial en China, los Estados Unidos y Europa.
Durante los próximos años el boom de los automóviles eléctricos podría ser un viento de cola fundamental para los precios del metal. Se estima que un vehículo eléctrico requiere entre tres y cuatro veces la cantidad de cobre que demanda un automóvil tradicional. Además, la infraestructura para recarga de baterías es también intensiva en uso de este metal.
Según estimaciones de Wood Mackenzie, analista de la industria, los requerimientos de demanda en la industria del cobre podrían superar los cinco millones de toneladas adicionales durante la próxima década. Tomando las mayores diez minas de cobre en el mundo, la producción anual no supera actualmente los cinco millones de toneladas, lo cual implica un desbalance potencial en la ecuación de la oferta y la demanda en el mercado.
Actualmente no existen demasiados yacimientos disponibles a gran escala, y se calcula que se requieren entre 7 y 10 años para desarrollar un nuevo yacimiento de gran tamaño. El management de Freeport-McMoRan estima que las nuevas minas de cobre potenciales requieren un precio por encima de 3 dólares la libra para operar en forma rentable.
La producción de las minas establecidas ha caído en los últimos años, y no se han iniciado nuevos proyectos de gran escala. Freeport-McMoRan cuenta con 2 de los 10 mayores yacimientos del mundo en cuanto a reservas, y 3 de los 10 más importantes en términos de producción anual.
Considerando estos factores, existen motivos para pensar que los fundamentos en el mercado de cobre presentan perspectivas promisorias, y la firma se encuentra en una posición de privilegio para capitalizar una posible tendencia alcista en el precio del metal a mediano plazo.
Niveles clave a tener en cuenta
Las acciones de Freeport-McMoRan marcaron un mínimo de precios en los primeros meses de 2016, para luego emprender una notable recuperación cargada de volatilidad. El rango de entre 10 y 11 dólares por unidad funcionó como soporte de precios durante varios meses, y el activo rompió una importante resistencia al superar la zona de los 17,2 dólares por acción a finales de 2016.
La zona de 17,2 representa ahora un nivel clave de precios en términos de la posible evolución futura de las cotizaciones. En la medida en que se respete dicho nivel resulta factible un testeo de los máximos de 2015, en niveles de 24 dólares por unidad. Por encima de ese nivel de precios, puede pensarse en un posible testeo de la zona de 29 dólares por papel como segundo objetivo alcista.
En términos de valuación, las acciones de Freeport-McMoRan ofrecen un precio de entrada razonable. La compañía cotiza a un ratio precio-ganancias de 24,4 veces los resultados del último año, mientras que el ratio precio-ganancias promedio para las compañías en la industria se encuentra en niveles de 31,4.
Resulta particularmente complejo comparar valuaciones para las compañías en el negocio de minería, ya que diferentes firmas presentan exposición a diferentes metales y estructuras de costos disímiles. Más allá de esto, puede decirse que la valuación de Freeport-McMoRan está a grandes rasgos en línea con el promedio del sector.
En caso de que los precios del cobre se mantengan por el camino ascendente y esto se vea reflejado en la performance financiera de la firma, las acciones ofrecen un atractivo potencial de revalorización en relación a la valuación actual.
Fuente: DIF Markets