Los precios del petróleo cerraron la sesión a la baja, con el WTI perdiendo 1.07% y cotizando alrededor de 52.61 dólares por barril. Asimismo, el Brent cerró con una pérdida de 0.97%, cotizando en 55.35 dólares por barril. Las pérdidas en el precio del crudo estuvieron relacionadas con un incremento adicional en el número de pozos petroleros en operación en Estados Unidos, lo que pone en duda la efectividad de los esfuerzos de la OPEP para limitar la producción petrolera global.
Datos de una institución privada mostraron que el número de pozos petroleros se elevó en 11 durante la semana pasada, por lo que se espera observar un incremento en la producción petrolera en Estados Unidos, en particular la extracción de petróleo en lutita. Es importante recordar que durante la semana antepasada los inventarios de petróleo en Estados Unidos mostraron un retroceso de 2.166 millones de barriles, aunque en el año acumulan un incremento de 54.36 millones de barriles, por lo que el retroceso no fue significativo.
Los datos de la EIA correspondientes a la semana antepasada también mostraron que la producción petrolera continuó incrementándose en 36 mil barriles diarios a 9.235 millones de barriles diarios, el mayor ritmo de producción desde enero de 2016. Aunado a esto, los inventarios de gasolina retrocedieron en 2.97 millones de barriles, indicando una alta demanda por el energético y generando la expectativa de que habrá una mayor demanda por crudo en los próximos meses. Es probable que las estadísticas de la EIA publicadas este miércoles generen presiones en contra del precio del petróleo.
Durante la semana pasada el WTI registró un avance de 1.80%, cotizando en 53.18 dólares por barril. Sin embargo, este incremento en el precio estuvo sustentado en parte en las tensiones geopolíticas, las cuales se han desvanecido durante el fin de semana.
El oro, finalizó la sesión con una pérdida marginal de 0.12% cotizando en 1,284.18 dólares por onza, ante una disminución de la aversión al riesgo entre los participantes del mercado luego de las tensiones geopolíticas de la semana previa. No obstante, en los primeros minutos de operación de la jornada, el oro alcanzó un máximo intradia de 1,295.56 dólares por onza, un nivel no visto desde el pasado mes de noviembre, en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Debido a que todavía existe un lenguaje agresivo entre Estados Unidos y Corea del Norte, no se descartan eventos que eleven la demanda por activos refugio, como el oro.
El cobre finalizó la sesión con una ganancia de 1.05% cotizando en 5,660 dólares por tonelada métrica. La ganancia registrada en la jornada está relacionada con la publicación de datos positivos de la economía china, el principal consumidor de cobre, incrementando el optimismo sobre una mayor demanda del metal. El PIB de China subió a 1.3% de manera trimestral, arrojando un crecimiento interanual de 6.9%, por arriba de las estimaciones de 6.8%.
Por su parte, el maíz y el trigo finalizaron la sesión con pérdidas ante una mejora en las condiciones climatológicas en Estados Unidos, lo cual podría causar un aumento en la cosecha de los granos. La siembra del maíz se completó al 6% en la semana que terminó el 16 de abril. El clima de esta semana se espera más húmedo que los pronósticos de la semana previa y la lluvia puede aumentar después del 23 de abril en el sureste de Estados Unidos, lo cual podría acelerar los cultivos de maíz y trigo.
El maíz finalizó la jornada con una pérdida de 1.21% cotizando en 3.66 dólares por bushel, mientras que el trigo cerró cotizando en 4.21, lo cual equivale a un retroceso de 2.04%.
Por otra parte, las inspecciones de exportación de maíz de Estados Unidos de la semana que terminó el 13 de abril se incrementaron en 13.47%, mientras que las inspecciones de exportación de trigo subieron 4.75%, reflejando una mayor demanda por granos.