Mientras en Wall Street no paran los récords, a la bolsa mexicana no le fue bien en septiembre y le está costando recuperarse en octubre. Ayer el S&P/BMV IPC cerró con una caída de 0.17% para terminar en los 50,480.92 pts, bastante lejos de los 51.713.38 pts del 25 de julio, su récord histórico. Por tanto, a al bolsa mexicana le está costando subirse al rally del S&P’s 500, que está siendo el más generoso en muchos años: el S&P’s 500 ha encadenado seis jornadas consecutivas de récord, algo que no sucedía desde 1997. Pero además ha subido en las ocho últimas jornadas, su mejor racha desde más de cuatro años. Si hoy cierra la jornada con ganancias, desde 2004 no encadenaba nueve sesiones seguidas con avances. La razón de las dudas de la bolsa mexicana es la incertidumbre con el resultado de las negociaciones del TLC, lo que también ha estado debilitando al peso mexicano.
Desde luego, para los mercados globales, el principal evento es el dato de empleo que se publicó a las 7:30 hora de México. La nómina no agrícola se redujo en 33,000 cuando el consenso estimaba un incremento de 80,000 empleos. Es el primer mes que se produce una contracción en la nómina no agrícola desde 2010. Además, las revisiones a los dos meses anteriores no fueron muy favorables: el mes de agosto se revisó al alza de 156,000 a 169,000. Pero julio se revisó a la baja, de 189,000 a 138,000. En consecuencia, la revisión neta fue a la baja y se crearon 38,000 empleos menos de lo inicialmente reportado. El mayor impacto en el mercado laboral se sintió en el rubro de ocio y hospitalidad: se destruyeron 111,000 puestos de trabajo como resultado del paso del huracán Harvey e Irma, lo que provocó el cierre de hoteles, restaurantes, etc en Texas y Florida.
Pese a la decepción en la nómina no agrícola, la tasa de desempleo sorprendió con una lectura de 4.2%, por debajo de la tasa de agosto (4.4%) y de lo pronosticado por el mercado (4.4%). De hecho, la tasa de desempleo supone un nuevo mínimo del actual ciclo y es la más baja desde el año de 2001, antes de que se iniciara la recesión asociada al estallido de la burbuja del Nasdaq. Que el mercado laboral está apretado y empieza a generar presiones inflacionarias se observa en otro dato que puede inquietar a los mercados: se trata de las remuneraciones por hora. Los salarios aumentaron un 0.5% en septiembre, muy por encima de lo esperado por los analistas (0.3%) y de lo observado en agosto (+0.2%). Con eso, la tasa anual de las remuneraciones brincó de 2.5% a 2.9% (el consenso estimaba una cifra de 2.6%). Esa tasa es la más alta desde el año 2009 y puede poner a la Fed nerviosa.
Por tanto, la lectura del dato de empleo es que la Fed está más cerca de subir las tasas de interés de nuevo en diciembre. La importancia referente a la caída de la nómina no agrícola no debe sobredimensionarse, dado que los datos están distorsionados por los huracanes. Pero otros componentes del reporte de empleo reflejan que la economía se puede estar sobrecalentando y que la Fed debe actuar. Así parece haberlo leído el mercado: la tasa de 10 años, que cotizaba en torno a 2.36% antes de conocerse el dato, ha repuntado a 2.39% tras la cifra de empleo. En el tramo corto de la curva, más sensible a las decisiones de la Fed, la tasa de 2 año pasó de 1.49% a 1.52. El mercado, a partir de los futuros de los fondos federales, descuenta un posible aumento de tasas por parte de la Fed en diciembre con una probabilidad de 80% comparado con un 73% ayer.
Al mercado no le gusta que le encarezcan el precio del dinero, y los futuros de Wall Street reaccionaron a la baja, ampliándose las ligeras pérdidas que se observaban antes de conocerse el dato. Aun así, los descensos son moderados. En el momento de escribir esta nota, los futuros del S&P’s 500 caen 0.16%, los del Nasdaq un 0.17% y los del Dow Jones un 0.1%. La presión al alza de la tasas estadounidenses hacen que en México, la tasa de 10 años subiera de 7.03% a 7.06%.
Si a la bolsa mexicana no le ha ido bien cuando Wall Street subía, menos hoy que abrirá a la baja. Por tanto es de esperar que también el IPC de México inicie la jornada con retrocesos. Más si tenemos en cuenta que otro desastre natural amenaza al país. Ahora se trata de Nate, una tormenta tropical que se dirige a la Península del Yucatán y que puede provocar el cierre de plataformas petroleras y refinerías en México. Además, se espera que pueda dirigirse después hacia Estados Unido, hacia los estados de Luisiana y Florida. Su paso por América Central ha significado la muerte de al menos 22 personas. Sin embargo, esa amenaza no se ha reflejado en los futuros del petróleo. El barril del WTI cae esta mañana un 2.1% para negociarse en 49.75 dólares. Los futuros del Brent bajan 1.41% a 56.21 dólares.
El dato de empleo también está presionando a las divisas del mundo. El índice del dólar spot de Bloomberg gana, ante el previsible aumento de tasas por parte de la Fed al final del año, un 0.3% y está en máximos de tres meses. El peso mexicano se deprecia un 0.4% para cotizar en 18.55 pesos por dólar. Pero también cede terreno el real brasileño (-0.5%) y la libra esterlina (-0.5%). El euro se deprecia un 0.2%.
En Europa, las bolsas cotizan con pocos cambios. El Dax de Fráncfort está plano, pero el,, Cac-40 de París baja un 0.2% y el Ibex-35 de Madrid otro 0.2%.
En el ámbito político, Margarita Zavala, ex primera dama de México y posible candidata a la presidencia para el 2018, puede provocar todo un terremoto dentro del partido de centroderecha PAN, al advertir que podría salir del partido.
Por tanto, la apertura posiblemente sea la abaja en México. Entre las dudas con el TLC, el dato de empleo y las expectativas de subidas de tasas por parte de la Fed y los riesgos de que el PAN se fragmente de cara a las elecciones, lo que añadirá incertidumbre política, los mercados están cautos con México.