El Producto Bruto Interno (PBI) de los Estados Unidos se contrajo un 4,8% en el primer trimestre del 2020, producto de los efectos nocivos que generó la pandemia del coronavirus en la principal economía del mundo. Se trata del descenso más fuerte en la actividad económica estadounidense desde la última crisis financiera global de 2008.
Según el asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, la contracción sufrida en los primeros tres meses del año está preparando el terreno para lo que será un desplome histórico en el período de abril y junio.
Para el economista, la caída se ubicará en el rango de entre un 20% y un 30% respecto a los datos del año pasado. En sintonía con las estimaciones de Hassett, la Oficina de Presupuesto del Congreso calculó un colapso de entre el 30% y el 40% para el segundo trimestre, lo que sería la peor caída desde 1947 cuando iniciaron los registros trimestrales.
Las medidas de confinamiento implementadas por los gobiernos de casi todos los países del mundo con el objetivo de prevenir la expansión de la enfermedad han causado una parálisis total en el consumo y el desempleo saltó de forma histórica. En las últimas cinco semanas, unos 26 millones de trabajadores norteamericanos solicitaron un subsidio por desempleo. Ya en marzo se evidenció un considerable aumento en la tasa de desempleo que se ubicó en el 4,4%.
Para Hassett, la tasa de desempleo en los Estados Unidos puede superar holgadamente el 16% en abril, lo que pondría a la economía norteamericana en su momento más difícil desde la Gran Depresión.
A pesar de las previsiones negativas en las principales variables económicas de la nación administrada por Donald Trump, los mercados financieros no parecen haberse percatado de los malos pronósticos de la macroeconomía.
Este miércoles, el principal índice bursátil de Wall Street, el Standard & Poor 500, subió un 2,7% y cotizó en las 2941 unidades a pocas horas del cierre de la sesión. Por su parte, el Nasdaq Composite y el Dow Jones Industrial también obtuvieron ganancias por un 3,43% y un 2,34% respectivamente.
Este desacople entre los mercados y la economía real ha sido causado en parte por las medidas de estímulo monetario impulsadas por el Sistema de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos. Sin embargo, lo más probable es que los índices bursátiles estén en su etapa final de su rebote y que en las próximas jornadas vuelvan a continuar con la tendencia bajista que golpeó a los mercados en marzo.