A pesar del declive de la pandemia en las últimas semanas y la recuperación parcial de las actividades industriales, las señales nos dicen que el humo blanco en el tema de la recuperación de los mercados tendrá que esperar. Los mercados financieros de la era de Covid-19 saben bien que el reinicio del sistema industrial no será suficiente para garantizar una recuperación completa del sistema económico. Se necesitan certezas de los estados y los bancos centrales, que, aunque algunos ya han llegado, siempre dejan fuertes dudas sobre el futuro.
Es comprensible que exista un gran deseo de recuperar, al menos, en parte las pérdidas sufridas en los meses hasta ahora, especialmente para aquellos que han perdido un buen porcentaje de sus activos debido al colapso reciente. Sin embargo, el consejo de los expertos es prestar mucha atención a la selección de nuevos valores que se incluirán en la cartera. El entusiasmo de querer volver a ver las listas de precios no debe apartar la vista de la situación que experimentaremos en los próximos meses. Se necesitará especial atención para no ser engañado por aquellos valores cuyo precio todavía parece "demasiado bajo". En este sentido, siempre es bueno hacerse esta pregunta: "¿Precios demasiado bajos en comparación con qué?" En comparación con hace cuatro meses? Por supuesto, en comparación con la cotización a principios de año, los precios son ciertamente más bajos. La parte sustancial del descenso probablemente estuvo allí, pero esto no significa que la caída haya terminado necesariamente. En la bolsa de valores, todo es posible, lo sabemos. También pudimos ver en unos días que los principales índices se recuperan un 30%, pero ¿qué tan probable es? De hecho, no mucho.
Sin embargo, la buena noticia es que no todos los sectores se han visto afectados de la misma manera por el fuerte colapso de los mercados. Aunque la mayoría de las poblaciones aún no han logrado recuperarse, hay áreas en las que esta pandemia nos ha permitido mostrar toda nuestra fuerza e invulnerabilidad.
La fuerte presión ejercida sobre el sector Farma-Biotech para la investigación de vacunas lo ha convertido en el "sector anticovidio" por excelencia. Las empresas de este sector también han volado en bolsa debido a la fuerte especulación que ha cubierto todo el entorno. Se necesitarán evaluaciones cuidadosas para identificar qué empresas se beneficiarán de esta situación a largo plazo.
Además, el sector agroalimentario, el sector de telecomunicaciones y el sector de seguridad de TI recuperaron las pérdidas con bastante rapidez.
En conclusión, al analizar en profundidad los diversos sectores es posible encontrar empresas que a la larga emergerán aún más fuertes, mientras que otras verán el comienzo de una crisis fuerte que determinará su período futuro. Finalmente, habrá sectores que, con la recuperación gradual del consumo y la producción, podrán comenzar de nuevo, aunque con algunos hematomas. En cuanto al reinicio global de los mercados, la sensación es que tenemos que esperar un poco más.
Las consecuencias de esta pandemia en la economía real aún no han dejado de manifestarse por completo. Suponiendo que el descubrimiento de la vacuna restaurará la vida antes, desafortunadamente, no tiene en cuenta los efectos económicos de esta pandemia. Ciertamente, una vez que encontremos la cura, podemos volver a ser libres de movernos y reanudar definitivamente nuestra vida social. Sin embargo, los efectos del virus en la economía tardarán mucho más en ser "eliminados".
La esperanza de todos radica en la efectividad de las maniobras de los bancos centrales y los estímulos fiscales de los diversos estados. Seguramente comenzará de nuevo, lo que en cambio presenta menos certezas es cuántas comenzarán nuevamente de inmediato y cuántas se irán y luego se detendrán nuevamente debido a las fallas que lamentablemente sufrirán varias compañías. Estos meses de inactividad han detenido la producción, pero no los costos fijos que cada empresa tiene que seguir pagando. Ahora está claro que para que la economía reanude su curso es necesario proporcionar liquidez a las empresas.
¿Pero de dónde viene esta liquidez? O del banco central o del estado. En ambos casos es dinero prestado, con una tasa de interés ventajosa, pero siempre deuda. En aras de la exhaustividad, debe recordarse que la opción de subvenciones no reembolsables para algunos sectores, que facilitaría la recuperación, también se está evaluando en estos días. No obstante, la gran mayoría de la liquidez que se alimenta al sistema creará una nueva deuda. Esta pandemia ha puesto de relieve muy fuertemente los sectores capaces de avanzar en situaciones macroeconómicas adversas y aquellos que son más difíciles en estas circunstancias. Entonces, aunque al principio las inyecciones de liquidez en el sistema económico permitirán la recuperación, solo las empresas verdaderamente sostenibles resistirán a largo plazo.
La situación a corto plazo se ve aún más comprometida si pensamos en las recientes acusaciones hechas por el presidente estadounidense Donald Trump contra China. De hecho, después de dejar de financiar a la OMS, acusado de haber encubierto la propagación del virus, la nueva acusación ahora se dirige hacia China, esta vez acusada de no poder manejar la emergencia y de haber omitido información que ayudaría a combatir esta pandemia. Las amenazas a China no terminan ahí. Trump acusó informalmente al "dragón rojo" de crear o modificar este virus en el laboratorio. Cargas muy pesadas. Todo este ruido quizás no admitir haber subestimado el poder del virus desde el principio. Pero la verdadera razón de la reacción acalorada de Trump no interesa a los mercados, que como siempre hablan con los números que en estos casos son muy malos. La "guinda del pastel" fue la amenaza de imponer nuevas obligaciones si China no cumple con el acuerdo firmado en enero pasado, sin mostrar indulgencia por el período vivido.
Un fuerte huracán en un mar que ya ha estado en plena tormenta durante meses.
Este breve análisis sugiere que la incertidumbre que ha estado presente en los mercados durante muchas semanas está lejos de desaparecer definitivamente. El gran deseo de comenzar de nuevo, especialmente para aquellos que han perdido mucho debido a este colapso financiero, corre el riesgo de ser un arma de doble filo. Si las situaciones descritas anteriormente continúan empeorando, si la incertidumbre se vuelve cada vez más fuerte, ¿los precios que vemos ahora seguirían siendo "demasiado bajos"? ¿O los veremos con otros ojos?
Quizás, el mejor momento para volver a componer nuestra cartera aún no haya llegado. Si no está convencido de que las empresas en las que queremos posicionarnos pueden tener un futuro próspero, esperar una recuperación sustancial y decisiva de los mercados es la forma más inteligente de proteger su cartera en un período caracterizado por fuertes cambios.