NAFTRAC: Una excelente cobertura a los malos días del dólar.
A veces los mercados nacionales nos dan buenas señales; buenas olas a las que nos gustaría montarnos como si nos encaminaran directo al océano del éxito y el rendimiento, sin embargo, interpretar estas bemoles puede ser complicado, caro, e incluso equivocado.
En el caso de la economía de américa del norte, cuya interrelación entre México, Estados Unidos y Canadá puede ser complicada y confusa, nunca está de más el tomar ciertas previsiones, no solo para evitarnos un traspié sino para aprovechar los momentos que se nos puedan presentar.
Como muy breve recordatorio y antes de entrar en materia, cabe mencionar que los ETF son fondos de inversión cotizados, es decir, conglomerados de acciones que se pueden comprar y vender como si fuesen una sola. Este “conjunto” no es hecho de manera arbitraria, sino que replica un indicador, así, por ejemplo, el ETF del IPC – NAFTRAC – Se compone de las mismas empresas que componen al IPC.
Es decir, adquiriendo NAFTRAC, podemos replicar los crecimientos del IPC – O sus pérdidas, también – sin necesidad de comprar 33 acciones distintas o estar sujetos a las caídas individuales que puedan llegar a tener cada uno de los componentes del IPC.
De este modo, añadiendo NAFTRAC a nuestro portafolio en épocas de fortaleza económica para nuestro país, podemos diversificar, atenuar riesgos y aprovechar tanto correcciones como tendencias positivas.
Estas virtudes antes descritas se acentúan cuando el grueso de nuestra inversión se encuentra en dólares.
Para defender la premisa anterior, he de puntualizar un par de cosas
- La debilidad del dólar no significa necesariamente fortaleza del peso aun cuando en su dinámica, el comportamiento de estos sea contrario y proporcional, es decir, las coyunturas que afectan tanto negativamente como positivamente son, en lo general, externas al comportamiento económico de México, sin embargo, gracias a nuestra posición como país emergente y a la estabilidad económica que se ha gozado en épocas recientes, el peso figura como un buen refugio ante las irregularidades del billete verde.
- El valor del IPC – índice que replica NAFTRAC – no es inversamente proporcional al valor del dólar frente al peso, sin embargo, una apreciación de la moneda nacional, si puede significar, en lo general, un crecimiento en el mercado que se traduce en posiciones mucho menos conservadoras capaces de fortalecer los movimientos día con día. Dicho de otro modo, yo no me aventuraría a decir que hay una correlación, pero si una causalidad.
Así, podemos observar que a las caídas del dólar se ha respondido con un aumento en el IPC, lo que permite a NARFTRAC “amortiguar” la caída en los rendimientos de nuestras inversiones cuando los altibajos nos toman desprevenidos.
En ambos gráficos, donde se muestran los resultados a lo largo de un año, podemos ver una conducta que si bien no es complementaria, si es opuesta, es decir, cuando la tendencia de uno es a la baja, la del otro es al alza y viceversa.
Así, podemos asegurar que el ETF NAFTRAC se posiciona como un excelente instrumento de soporte y cobertura para cualquier movimiento que se haga en dólares, funcionando del mismo modo para los portafolios fundamentados en la divisa estadounidense que, si bien sigue siendo la más importante del mundo, está lejos de ser la más estable.
Políticas económicas orientadas al proteccionismo, conflictos arancelarios con sus principales aliados comerciales y una marcada pero inestable tendencia en sus decisiones económicas, han hecho que en Estados Unidos impere cierta ambigüedad en el comportamiento de su divisa, además de los intentos de otras potencias por empezar a desplazar su influencia en los mercados mundiales.
Sería aventurado aseverar cual es el incierto futuro del dólar en los mercados, por lo que la opción más prudente y recomendable es prepararse para cualquier escenario posible
Esto no significa que NARFTRAC neutralice nuestras pérdidas, pero sí que podemos operar sin el temor a perder liquidez en el corto plazo de nuestras inversiones pues tomando las coberturas necesarias, según el tipo de activo, el riesgo o nuestra expectativa, puede ser sumamente útil tener un respaldo a las variaciones de esta divisa, sobre todo en estos días donde los álgidos vientos de la política internacional y el resurgimiento de conflictos arancelarios no nos dan la mínima certeza de que el dólar permanecerá en los niveles a los que nos hubiese sido conveniente.
Tengamos en cuenta, a su vez, que todavía le queda mucho a este año, desde cuestiones internas como la transición de poderes y las posturas de la nueva administración en temas medulares, hasta cuestiones externas, como posicionamientos fehacientes sobre el TLCAN y tensiones internacionales que no parecen encontrar una solución ni pronta ni conveniente.
Ante estos panoramas difusos en el plano internacional, vale la pena echar mano de lo que encontramos en el mercado nacional que si bien puede ser un vehículo de inversión sumamente atractivo y de muchos réditos, también puede ser un respaldo a las decisiones que tomemos de forma externa pues mientras el IPC sea nuestro aliado, ahí estará NAFTRAC para respaldarnos.