De acuerdo con el Reporte Global de Estabilidad Financiera (GFSR) de octubre del Fondo Monetario Internacional (FMI), la estabilidad ha ido mejorando de manera paulatina así como la actividad económica sigue cobrando impulso, sin embargo, se señala que si en Estados Unidos las reformas tributarias y la desregulación anticipada ofrecen el camino al crecimiento y la deuda resultan ser menos provechosas de los esperado, las primas de riesgo y la volatilidad podrían aumentar súbitamente, afectando la estabilidad financiera. En este sentido, las propuestas políticas de la administración en curso de los Estados Unidos en las áreas tributarias y desregulación, están íntimamente relacionados con balances corporativos saludables siendo este un prerrequisito para que las propuestas tomen impulso. El hecho es que muchas firmas no financieras tienen la capacidad para expandir la inversión, y las reducciones en la carga fiscal podrían tener un efecto positivo en los flujos de efectivo. Sin embargo, y este es el punto al que atañe el artículo, el reporte señala que los sectores que más han invertido tienen el mayor apalancamiento, entonces ¿Qué podría suceder en un escenario de un aumento de las primas de riesgo globales? Un mayor apalancamiento propiciado por el aumento de la toma de riesgos podría repercutir negativamente en la estabilidad financiera.
El optimismo prevaleciente por parte de las empresas y los negocios ha aumentado súbitamente de 2015 a 2016, en buena medida por la estabilidad financiera, los pronósticos de crecimiento, y por supuesto, las propuestas de políticas fiscales. Por tanto, el índice paso de encontrarse en 87 en el año anterior para situarse en 100 en el presente año, si esto lo comparamos con los niveles de apalancamiento nos dará una luz de alerta o por lo menos de atención de hacia dónde iría el apalancamiento con el optimismo prevaleciente.
Fuente: Global Financial Stability Report, FMI.
Como se muestra en la gráfica, las grandes, medianas y pequeñas empresas que componen el Standard and Poor´s 500 han presentado un aumento del apalancamiento muy parecido al del 2008 y cercano al de 2001. Por tanto, el apalancamiento medio de las empresas que integran al índice es de 1.5, es decir, tienen 1.5 veces deuda neta por cada peso de EBITDA o 1.5 dólares de deuda por cada dólar proveniente del EBTDA.
Fuente: Global Financial Stability Report, FMI.
Los niveles de apalancamiento por sector han aumentado en el año anterior, siendo el de la energía el más significativo. En lo que respecta a los anteriores también ha habido un incremento a excepción del sector del Estado y el industrial.
Fuente: Global Financial Stability Report, FMI.
A manera de reflexión final, hay que prestar una particular atención a los niveles de apalancamiento que tienen las empresas no financieras, pues con el optimismo prevaleciente y las políticas tributaras podrían incrementar aún más los niveles, repercutiendo en la estabilidad financiera y el mismo desempeño de las firmas. También habría que revisar la volatilidad que generaría en caso de encarecerse la prima de riesgo.