Si de innovaciones se trata, las tendencias están bastante definidas para aquellos que invierten en las empresas de crecimiento. Se trata de los sectores de tecnologías de redes y aplicaciones para celulares, energías alternativas, almacenamiento en la nube, inteligencia artificial, robótica y vehículos eléctricos y autoconducidos. El futuro está allí.
Pero también el sector de salud fue, es y seguirá siendo uno de los pesos pesados en materia de innovaciones tecnológicas y descubrimientos. El problema es que como la salud está en el medio, es un sector sujeto a una fuerte regulación y muchas veces con fuertes necesidades de capital para la investigación y desarrollo, al igual que las industrias exploratorias como la minería y el petróleo.
Si empezamos a desagregar el índice S&P 500 de las empresas de mayor capitalización bursátil, existen 11 sectores en los Estados Unidos. Y salud es uno de ellos, pero es un sector bastante complejo y heterogéneo, en donde conviven empresas de valor con otras de crecimiento.
Podemos encontrar desde operadoras de hospitales y clínicas, así como grandes laboratorios ya establecidos con elevados pagos de dividendos, hasta empresas de alta volatilidad y con un elevado potencial de crecimiento pertenecientes al subsector de la biotecnología.
Parte de ese sector de salud viene entonces de la mano de la innovación tecnológica.
Las grandes tendencias crean oportunidades. Y las mismas provienen en primer lugar del envejecimiento de la población, que necesitará de más cuidados y medicinas para realizar una mejor transición en la edad pasiva.
Los países desarrollados gastan y gastarán cada vez más dinero en atender a su clase pasiva, ya que se da una mejora en las condiciones económicas a través de la reducción de la pobreza, el cuidado personal a través de un mayor ejercicio físico, el cambio de hábitos, como la reducción en el consumo de tabaco, la calidad de los alimentos y la mayor conciencia acerca de la calidad del agua.
Hoy, una de cada ocho personas tiene más de 60 años, y ese ratio no puede más que aumentar.
Un subsector muy activo es la inmunoterapia, con especial foco en la oncología, que tiene que ver con el descubrimiento de paliativos y una posible vacuna acerca del cáncer que harán dejar de lado los métodos tradicionales (cirugía, quimioterapia y rayoterapia). Incyte presentó su droga anticancerígena llamada Jakafi en 2011, y desde entonces, tuvo un crecimiento estelar. Muchas otras deberían seguir por el mismo camino. Estadísticamente, casi la mitad de la población puede crear las condiciones para sufrir un cáncer a lo largo de toda su vida, por lo que el potencial es muy grande.
El desarrollo de dispositivos médicos transportables está de moda. Hasta los teléfonos celulares vienen con un aplicativo ya incorporado para monitorear la salud y darle un seguimiento.
La actividad de fusiones y adquisiciones (M&A, por mergers & acquisitions) le agrega otra cuota de atractivo: las empresas de salud han estado a la caza de oportunidades para sumar flujos de fondos protegidos por las leyes de patentes para sumar ganancias a las firmas. Desde el año 2009, se superaron los 500 mil millones de dólares en compras de empresas del sector de salud, potenciando el atractivo de las compañías de la industria y aumentando sus valuaciones.
La inversión en acciones de empresas biotecnológicas se caracteriza por ser muy volátil, ya que el resultado de sus investigaciones muchas veces es binario, lo cual impacta fuertemente sobre su valor y el posicionamiento en este tipo de activos se encuentra sujeto a un alto riesgo.
Diversificar es la ley, por lo que existen distintas alternativas. Los fondos cotizados, o ETFs (Exchange Traded Index Funds) de biotecnológicas y salud son una alternativa de inversión muy atractiva. Muchos de ellos incluso poseen opciones de compra y venta, por lo que se pueden realizar estrategias de inversión.
Entre los ETFs más negociados en el ámbito de la biotecnología y la salud, y para aquellos inversores menos sofisticados, el SPDR Health Care Select Sector Fund (XLV) es la primera alternativa, ya que es uno de los fondos más diversificados. Las principales tenencias del mismo son Johnson & Johnson (NYSE:JNJ), Pfizer (NYSE:PFE) PFE), Merck (NYSE:MRK), Gilead Sciences (NASDAQ:GILD), Amgen (NASDAQ:AMGN), UnitedHealth (NYSE:UNH), Medtronic (NYSE:MDT), Bristol-Myers Squibb (NYSE:BMY), AbbVie (ABBV) y Celgene (CELG), entre otras.
Otra alternativa es el Vanguard Health Care Index Fund (VHT). También existen el First Trust Health Care AlphaDEX Fund (FXH), el iShares Dow Jones US Healthcare Sector Index Fund (IYH) y el Fidelity MSCI Health Care Index ETF (FHLC).
Otras alternativas diversificadas son el PowerShares Dynamic Pharmaceuticals Portfolio (PJP), el SPDR S&P Pharmaceuticals ETF (XPH) y el iShares Dow Jones US Pharmaceuticals Index Fund (IHE).
Para invertir específicamente en el subsector de biotecnología, el ETF más líquido es el iShares Nasdaq Biotechnology Index Fund (IBB). De hecho, es el segundo ETF más líquido del sector de salud, invirtiendo -en forma descendente en orden de importancia- en acciones de Biogen (NASDAQ:BIIB), Celgene (CELG), Gilead Sciences (GILD), Amgen (AMGN), Regeneron Pharmaceuticals (REGN), Illumina (ILMN), Alexion Pharmaceuticals (ALXN), Vertex Pharmaceuticals (VRTX), entre otras.
Las demás alternativas son el First Trust AMEX Biotechnology Index Fund (FBT), el SPDR S&P Biotech ETF (XBI), el Market Vectors Biotech ETF (BBH) y el PowerShares Dynamic Biotechnology & Genome Portfolio (PBE).
También la administradora de fondos iShares posee una familia de ETFs destinados a invertir en otros subsectores en los EE.UU. como el iShares Dow Jones US Medical Devices Index Fund (IHI) para invertir en instrumental médico, o el iShares Dow Jones US Health Care Providers Index Fund (IHF) de proveedores de empresas de salud.
Para invertir en empresas de baja capitalización bursátil se puede optar por el PowerShares S&P SmallCap Health Care Portfolio (PSCH).
Todos ellos invierten en acciones estadounidenses. Si se decide ampliar el marco de las inversiones, están el iShares S&P Global Healthcare Sector Index Fund (IXJ) y el SPDR S&P International Health Care Sector ETF (IRY), que invierten en empresas de salud en cualquier país del mundo.
Ante la duda a la hora de operar, siempre hay que elegir el menos volátil y más líquido, una sana combinación para tener en cuenta antes de decidirse a invertir.