Los pronósticos de la inflación de Estados Unidos fallaron y los mercados se decepcionaron. Sin embargo, la realidad es que la inflación general (IPC) bajó por segundo mes consecutivo aunque estuvo dos décimas arriba de los pronósticos al ubicarse en 8.3% anual, pero lo que preocupó más fue que la inflación subyacente haya crecido más de lo esperado regresando a 6.3% anual, después de la baja que tuvo por tres meses consecutivos, amenazando con regresar a los máximos de 6.5% que alcanzó en marzo de este año. El regreso de este último indicador quita toda probabilidad de que el próximo 21 de septiembre la FED suba las tasas medio punto porcentual, pero tampoco esperamos que la suban 100 puntos como estiman algunos analistas, ya que de por sí, el alza de 75 puntos es agresiva.
La incertidumbre también la reflejó el dólar al apreciarse 1.49% frente a la canasta de las seis principales divisas, ubicándose el índice DXY en 109.83 puntos al cierre.
Consideramos que los mercados sobre reaccionaron a los datos de la inflación, principalmente en Estados Unidos donde los tres principales índices de Wall Street registraron pérdidas promedio de 4.5%, borrando prácticamente todas las ganancias de las últimas cuatro jornadas que estuvieron subiendo.
En México, el índice S&P/BMV IPC también cayó a 47,039.74 lo que representó una pérdida de 1.71%, eliminando prácticamente toda la ganancia que tuvo este lunes, quedando al cierre ligeramente debajo de su promedio móvil de un mes que está en 47,179 puntos, por lo que no se descarta que tenga un rebote este miércoles.
El peso se depreció cerca de 1.0% frente al dólar este martes, cerrando en $20.079, derivado de la apreciación que mostró el dólar frente a la mayoría de las divisas en el mundo, aunque nuestra moneda se mantiene todavía en una zona de estabilidad.