Visa (NYSE:V) ha caído 3% durante el último mes, después de varios golpes que le ha propinado Amazon (NASDAQ:AMZN). El primero de ellos fue el anuncio de un plan piloto en Australia, con el que cobraría a los compradores que usaran tarjetas Visa, un 0.5% por cada transacción en la gigante del comercio electrónico.
Esto evidentemente sorprendió al mercado e hizo temer que Amazon pudiera estar probando en el país oceánico algo que eventualmente aplicaría de manera global. Si bien Amazon no explicó sus razones, sabemos que la industria de tarjetas de crédito suele cobrar entre 1.25% - 1.75% por transacción al vendedor de cualquier producto, por lo que no sería raro que una empresa con el poder de Amazon -que está tratando de continuar mejorando sus márgenes- esté buscando maneras de ahorrarse ese costo.
Nuevas modalidades de cobro entran en la ecuación
Recientemente Amazon también anunció un acuerdo con Affirm, compañía que ofrece el servicio de “comprar ahora y pagar después”. Esto es básicamente pago en cuotas, que -si bien es bastante común en los mercados emergentes- es un concepto totalmente nuevo en Estados Unidos.
Esto es otro golpe tremendo a la posición de Visa, porque de funcionar la alianza, pondría en riesgo su hegemonía en procesamiento de pagos. Por otra parte, Bloomberg hizo un cálculo de la tasa de crecimiento de los distintos medios de pago y encontró que las tarjetas de crédito vienen quedándose rezagadas, por lo que es comprensible el miedo actual del mercado.
Necesidad de modernizar
Visa se estaba preparando desde hace un tiempo para este tipo de cambios en su segmento de mercado, el de procesamientos de pago, y en este sentido ha realizado más de 15 adquisiciones de empresas en los últimos años para el lanzamiento de Visa Direct.
En lo que va de año también ha realizado dos adquisiciones, la de Currency Cloud y Tink, por lo que parece que Visa, no solo quiere aumentar la velocidad y seguridad de sus transacciones, sino también facilitarlas entre usuarios de distintos países.
Visa también comenzó a ofrecer tarjetas de crédito que se pueden pagar con criptomonedas, así que si bien la industria empieza a ponerse cada día más competitiva, la multinacional financiera está intentando mantenerse un paso adelante con respecto a servicios y tecnología.
Por ahora los fondos de inversión y bancos no parecen bajarle el dedo a Visa, pero estamos presenciando una pelea entre los cimientos tradicionales del sistema financiero y algunos nuevos jugadores que puede traer movimientos interesantes en los mercados.