Los rendimientos implícitos de los futuros de los Fed Funds descuentan una probabilidad de 50% que la Reserva Federal suba las tasas en diciembre. Desde nuestro último informe de mayo de 2016, la caída en el rendimiento de los Treasuries se explica por una menor demanda de retornos reales, ya que las tasas implícitas de inflación se encuentran estabilizadas. La “Regla de Taylor” es un cálculo que indica a qué valor debiera estar la tasa de corto plazo de la Fed. Sugiere que el banco central debiera fijar la tasa de interés estableciendo una tasa nominal neutral y ajustar por diferencias entre los objetivos de inflación y pleno empleo. Dicha relación sigue subiendo metiéndole presión a la Fed.
Pero los osciladores técnicos no dan señales de cambio en el corto plazo: tanto el MACD como el RSI señalan un momentum neutral para los rendimientos de los bonos del Tesoro. Y los especuladores tiene posiciones compradoras netas en el mercado de futuros de bonos del Tesoro a 10 años. Por eso esperamos que el rendimiento del bono del Treasury a 10 años se ubique en el actual rango de 1,50% y 1,70% para los próximos dos meses, con tono bajista (alcista para sus precios). La suba de tasas se daría a fin de año, pero a corto plazo no vemos un ajuste en el precio de los Treasuries.