Hoy vivimos en la era digital, en la que la idea de una copia física de nuestro disco favorito probablemente ni siquiera se te pase por la cabeza. Pero hace solo unas pocas décadas todos comprábamos discos de vinilo si queríamos escuchar música. Aún podrías tener una caja (o dos) en el garaje, acumulando polvo.
A medida que la tecnología ha avanzado, los discos de vinilo se han convertido en un paraíso para los coleccionistas. Si te tropiezas con una copia de un álbum determinado, podrías estar sentado sobre una mina de oro. ¿Tienes alguna de esas rarezas en tu ático? ¡Quizás sea el momento de buscar esos viejos clásicos!