Se han fundado muchas empresas brillantes en los Estados Unidos, que comenzaron como pequeñas empresas para convertirse en líderes internacionales en sus campos. Sin embargo, el mundo de los negocios no siempre es tan sencillo como parece. Independientemente de cuán arraigada esté la historia estadounidense de una empresa, no significa que siempre pertenecerá al tío Sam.
De hecho, muchas marcas esencialmente estadounidenses ya no son de propiedad estadounidense. Desde Ben y Jerry’s hasta IBM y Holiday Inn, los inversores extranjeros han desempeñado un papel importante para que estas empresas sigan avanzando. Sin ellos interviniendo, algunas de estas podrían haber dejado de existir por completo.