Aunque la cárcel es uno de esos lugares que ninguno de nosotros jamás quisiéramos conocer en persona, no deja de ser un sitio interesante. Lo que pocas personas se imaginan es que las cárceles del mundo también luchan con retos financieros, como solventar los gastos de alimentación y mantenimiento. Muchas de ellas duran años sirviendo como prisión, pero algunas otras han sido renovadas y sirven ahora como atracciones turísticas.
Debido a la sobrepoblación de reclusos, las prisiones modernas buscan maneras más eficientes para resolver sus problemas humanos y económicos. Y si bien es cierto que la horrible fama de muchos de sus residentes a veces supera la de los lugares, las prisiones no dejan de ser fascinantes por sí mismas.