(Agrega reacción de agricultores y detalles)
Por Hugh Bronstein
BUENOS AIRES, 24 mayo (Reuters) - El Gobierno de Argentina no descarta poner un freno a la reducción del impuesto que grava la exportación de soja, dijo el jueves el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que busca reducir el déficit fiscal tras recientes turbulencias financieras.
Desde este año, Argentina comenzó a aplicar un plan de baja de 0,5 puntos porcentuales por mes de sus altos impuestos a la exportación de soja y derivados que debería seguir hasta el final del 2019, pero algunos creen que podría detener ese programa para preservar una fuente importante de recaudación.
"Enfrentamos a partir de los últimos cambios en el contexto internacional una decisión de acelerar la convergencia hacia el equilibrio fiscal y en ese contexto todas las opciones están sobre la mesa y es lógico que el sector privado especule con qué es lo que vamos a hacer", dijo Dujovne en conferencia de prensa.
El ministro agregó que Argentina establecerá metas de déficit fiscal menores a las calculadas en la actualidad para 2019 y 2020, luego de que en mayo endureció su política para este año al fijar un objetivo de un 2,7 por ciento del PIB, frente al 3,2 por ciento previsto antes. temprano, ante una consulta de Reuters sobre la posibilidad de cambios en el plan sobre los impuestos a la soja, una portavoz del Ministerio de Agroindustria había dicho que todas las alternativas estaban abiertas, sin dar más detalles.
Tras la conferencia de Dujovne, las cuatro asociaciones de agricultores más importantes de Argentina enviaron una carta al presidente Mauricio Macri para hablar sobre la situación del sector, que está golpeado tras una campaña con severos problemas climáticos que recortaron con fuerza la cosecha de soja y maíz.
"Nos gustaría conversar acerca de los trascendidos que dan cuenta de eventuales medidas que agravarían aún más la situación", señaló la carta firmada por los principales dirigentes rurales de la tercera economía de América Latina.
Macri se comprometió con el poderoso sector agrícola argentino -un aliado clave de su Gobierno- a una baja gradual del impuesto a los embarques de soja como uno de los pilares de la campaña electoral que lo llevó al poder en el 2015.
Tras asumir, redujo los tributos desde el 35 por ciento al 30 por ciento, pero los problemas fiscales del país lo forzaron a suspender un programa de recorte de 5 puntos por año para reemplazarlo con el sistema actual de reducción mensual, que llevó al impuesto a un nivel de 27,5 por ciento en mayo.
A principio de mes, Macri anunció un ajuste de sus planes de recorte fiscal luego de que la moneda doméstica del país se desplomó, en medio de un incremento de la aversión al riesgo a nivel global. El peso argentino ha caído cerca del 16 por ciento en mayo, a 24,49 unidades por dólar.
Argentina se encuentra en plena negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para conseguir un préstamo "stand by" destinado a reforzar las arcas estatales ante la estrecha situación de las finanzas públicas y el encarecimiento del crédito externo por la reciente alza de tasas en Estados Unidos.
La Bolsa de Comercio de Rosario, en cuyos alrededores está el mayor polo agroexportador de Argentina, estimó el jueves que las pérdidas en la cosecha agrícola del ciclo 2017/18 representaron que el país no ingresara divisas por exportaciones por unos 8.000 millones de dólares.
Argentina es el mayor exportador mundial de harina y aceite de soja y uno de los principales proveedores del poroto sin procesar. También es un exportador global clave de trigo y maíz. (Reporte adicional de Maximiliano Rizzi. Editado por Walter Bianchi)