Infosel, julio. 9.- Nissan Motor (T:7201), la segunda automotriz japonesa, admitió haber alterado reportes sobre mediciones contaminantes y de ahorro de combustible durante los pruebas finales de inspección de sus vehículos que produce en Japón.
La automotriz descubrió los problemas de operación, que encontró en todas sus plantas domésticas y de sus afiliados, con excepción de Nissan Motor Kyushu, como parte de la solicitud del gobierno japonés, en septiembre de 2017, de realizar revisiones exhaustivas a varios procesos de su producción, dijo el fabricante en un comunicado.
"Nissan comprende y lamenta la preocupación y las molestias causadas a las partes interesadas como resultado de sus problemas con kanken [el proceso de inspección final de producción] del año pasado", escribió en el comunicado. "Las iniciativas proactivas para evitar la recurrencia de tales problemas han llevado al descubrimiento de esta mala conducta, por lo cual la compañía se arrepiente".
El año pasado, Nissan fue inspeccionada por el gobierno de su país por inconsistencias entre la información que recibieron de la empresa y los manuales de operación de sus plantas de producción. A partir de ese momento, la compañía inició una serie de auditorías internas, encabezadas por la firma de abogados Nishimura and Asah, que ahora profundizará sus procedimientos para encontrar las causas de esta falsificación y establecer medidas de corrección.
A pesar de esta situación, Nissan confirmó que todos sus vehículos producidos, con excepción de GT-R, cumplen con los estándares de seguridad y especificaciones de emisiones establecidos por la legislación japonesa.
La automotriz descubrió los problemas de operación, que encontró en todas sus plantas domésticas y de sus afiliados, con excepción de Nissan Motor Kyushu, como parte de la solicitud del gobierno japonés, en septiembre de 2017, de realizar revisiones exhaustivas a varios procesos de su producción, dijo el fabricante en un comunicado.
"Nissan comprende y lamenta la preocupación y las molestias causadas a las partes interesadas como resultado de sus problemas con kanken [el proceso de inspección final de producción] del año pasado", escribió en el comunicado. "Las iniciativas proactivas para evitar la recurrencia de tales problemas han llevado al descubrimiento de esta mala conducta, por lo cual la compañía se arrepiente".
El año pasado, Nissan fue inspeccionada por el gobierno de su país por inconsistencias entre la información que recibieron de la empresa y los manuales de operación de sus plantas de producción. A partir de ese momento, la compañía inició una serie de auditorías internas, encabezadas por la firma de abogados Nishimura and Asah, que ahora profundizará sus procedimientos para encontrar las causas de esta falsificación y establecer medidas de corrección.
A pesar de esta situación, Nissan confirmó que todos sus vehículos producidos, con excepción de GT-R, cumplen con los estándares de seguridad y especificaciones de emisiones establecidos por la legislación japonesa.