Por Maria Cervantes
LIMA, 17 jul (Reuters) - La petrolera Geopark informó que canceló irrevocablemente un contrato para explotar un lote de crudo en la Amazonía de Perú en sociedad con la estatal Petroperú, en una decisión celebrada el viernes por las comunidades nativas.
Geopark GPRK.N se retiró del lote "debido a la prolongada fuerza mayor que permite la terminación del contrato de licencia", dijo la petrolera en un comunicado.
"Esta noticia nos da un suspiro temporal y es un alivio, pero pensamos que el tema del lote 64 va a continuar con el Estado buscando socios. Para nosotros la lucha va a continuar, no termina con Geopark", dijo a Reuters Shapiom Noningo, representante del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampís.
Las etnias Achuar y Wampís llevan años oponiéndose al desarrollo de proyectos petroleros en sus territorios ancestrales. En mayo denunciaron a Geopark por ingresar a la zona ubicada en Loreto, en el norte del país, pese a la cuarentena y aislamiento obligatorio decretado por el Gobierno.
Geopark tiene el 75% de participación del Lote 64 y Petroperú el resto. Ambas se asociaron en 2014 para explorar y explotar el lote en la cuenca del Marañón en la selva norte de Perú, cuyo proyecto estimaba alcanzar una producción de 10.000 barriles promedio diario de petróleo en su primera etapa.
El lote, con reservas probables y posibles de 160 millones de barriles de crudo, había retornado a manos del Estado en 2013 luego de que su anterior operador, la canadiense Talisman, se retiró ante el rechazo de comunidades de la zona.
El lote denominado “Proyecto Morona”, considerado como el de mayor potencial para aumentar la reducida producción de crudo de Perú, demandaría una inversión de 130 millones de dólares en su primera etapa, según la compañía. Perú produce actualmente unos 50.000 barriles de petróleo promedio al día.
Según el comunicado de Geopark -que también tiene operaciones en Colombia, Argentina, Brasil, Chile y Ecuador-, la compañía registró en el primer trimestre de este año pérdidas contables no en efectivo de unos 31 millones de dólares en Perú.
(Editado por Marco Aquino y Javier Leira)