Investing.com – El nuevo presidente de la Reserva Federal podría estar pronto frente a un viejo dilema: cómo elevar los tipos de interés para contrarrestar la subida del crudo sin desencadenar una recesión.
Las posibilidades de éxito de Jerome Powell, sin embargo, no son buenas.
La historia muestra que cada recesión desde principios de los 70 ha estado precedida por un aumento de los precios de la energía y alzas de tipos de la Fed para contener la inflación.
Las cotizaciones del petróleo se dispararon en 1973, 1979, 1990, 1999 y 2008, cuando la materia prima alcanzó un máximo histórico cercano a los 150 dólares por barril. En cada caso, la Fed subió los tipos de interés un 2% o más, y después llegó una recesión.
Esta vez es un poco diferente. Algunos de los seis incrementos de los tipos de interés aprobados por la Fed desde diciembre de 2015 se produjeron mientras los precios del crudo estaban bajos. A mediados de 2017, sin embargo, las cotizaciones iniciaron un fuerte rebote que se ha acelerado en 2018.
Hasta ahora, las subidas de tipos de la Fed suman un 1,5% en total. Pero con dos (algunos dicen tres) aumentos más de un cuarto de punto esperados este año, la institución cruzará el umbral del 2% en algún momento del segundo semestre. Si el petróleo, que se ha disparado un 20% este año, continúa al alza como muchos pronostican, los economistas creen posible una recesión antes o después.