Investing.com.- Esta vez no ha sido Draghi. En esta ocasión ha sido el comunicado sobre las decisiones adoptadas por el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) el que ha hecho tambalearse al mercado.
Apenas un par de minutos han bastado para que la publicación de las nuevas medidas diera un zarpazo de más de 100 pips al euro, impulsase al Ibex por encima de los 9.000 puntos y llevase otra vez a terreno negativo la deuda española con un vencimiento a 2 años.
La máxima autoridad monetaria de la zona euro afrontaba el encuentro de hoy sometida a una fortísima presión por parte del mercado y no sólo ha cumplido con las expectativas, si no que las ha hecho saltar por los aires, poniendo en marcha todas las medidas que el mercado descontaba y alguna más, como la compra de deuda corporativa o una nueva ronda de subastas de liquidez (TLTRO).
Así las cosas, la locura se desató en todos los mercados, gratamente sorprendidos por las medidas del banco de bancos europeos. Hasta la publicación de las decisiones del BCE, la lateralidad había sido la tónica dominante en los mercados, entonces, se desató la locura.
Como no podría ser de otro modo, la respuesta del EUR/USD ha sido inmediata, con una caída de más de 100 pips, desplomándose desde 1,0981, hasta 1,0865 en un primer impulso, para caer después hasta 1,0839 sobre los que ha rebotado para estabilizarse en torno a los 1,0871. Con el comienzo de la rueda de prensa de Draghi, la moneda común volvió a retomar las caídas, con un nuevo descenso por debajo de 1,0825.
En el caso de las bolsas, el Ibex llegaba a la hora señalada con un ligero tono alcista en los 8.848,5 puntos, para saltar en cuestión de minutos hasta los 9.067,5 puntos y asentarse después en torno a los 9.025. El tono 'dovish' de Draghi dio un nuevo aliento al selectivo español, caminando con firmeza hacia los 9.100 puntos.
Misma historia para el Dax, que pasó de los 9.820 a los 9.977 puntos, sobre los que ha empezado a moverse de forma lateral mientras esperaba por la comparecencia de Draghi, así como en los primeros compases de la misma
Otro de los grandes beneficiados del plan de expansión cuantitativa europeo, la deuda soberana de los estados miembros de la eurozona, también ha reflejado con celeridad las buenas nuevas que venían desde Fránkfurt.
La rentabilidad de las obligaciones españolas a 10 años ha pasado en un abrir y cerrar de ojos de estar por encima 1,52%, a romper por debajo la barrera del 1,40%; mientras que el bund alemán, termómetro de la zona euro, se desploma más de un 30% de su cotización, pasando del 0,225% al 0,160%.