Por Juana Casas
SANTIAGO, 3 jun (Reuters) - Representantes de más de 80 países se reunirán esta semana en Chile para fortalecer medidas de control en los puertos e intercambio de información, destinadas a evitar el avance de la pesca ilegal y garantizar la sustentabilidad de los océanos.
Cerca de 26 millones de toneladas del pescado capturado anualmente, o uno de cada cinco pescados vendidos, son pescados de manera ilegal o no declarada, con un valor de hasta 23.000 millones de dólares, según estimaciones brindadas por la Organización de Naciones Unidas para FAO.
Para frenar este avance, delegados de los 87 países que suscriben a las Partes del Acuerdo de la FAO sobre medidas del Estado Rector del Puerto (AMERP, según sus siglas en inglés) se juntarán en Santiago de Chile, luego de un encuentro en Oslo, Noruega, en 2017.
"Este segundo encuentro de las partes representa un importante hito para la implementación de las decisiones hechas en el primer encuentro (...) Esperamos seguir trabajando juntos para tener más países a bordo", dijo el lunes director general de la FAO, José Graziano da Silva, en la inauguración del evento.
El acuerdo es el primer tratado internacional vinculante destinado a frenar la pesca ilegal y establece medidas estándares para que los países suscriptores lo apliquen cuando los barcos extranjeros estén en sus puertos o busquen ingresar a ellos.
Según la FAO, la pesca ilegal, que ocurre tanto en alta mar como en las jurisdicciones de cada país, pone en riesgo la sustentabilidad de algunas especies marinas y puede provocar el colapso de pesquerías locales, sobre todo en países en desarrollo.
"Si no nos preocupamos de controlar y de que los controles que ponemos sean efectivos, vamos a dilapidar este recurso y vamos privar al mundo de uno de los alimentos mas sanos", dijo el ministro de Economía de Chile, José Ramón Valente.
Javier Villanueva, especialista en pesca de la FAO, explicó a periodistas que entre las especies más amenazadas se encuentran el bacalao de profundidad, los calamares, el atún y que la presión es cada vez mayor.
"Mientras mayor valor comercial tienen (las especies), mayor presión sufren (...) Desafortunadamente las de menor valor comercial ya empiezan a sufrir", apuntó.
(Por Juana Casas, editado por Gabriela Donoso)