Por Daniel Bases y Richard Lough
BUENOS AIRES/NUEVA YORK, 6 feb (Reuters) - Inversores celebraron el sábado la velocidad con la que el nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri, presentó una oferta de pago en efectivo para los tenedores de deuda impagada, con la intención de terminar con una larga disputa que ha complicado las finanzas del gobierno.
Desde que cesó el pago de unos 100.000 millones de dólares en el 2002, Argentina se mantuvo alejada de los mercados financieros. El viernes propuso un pago de unos 6.500 millones de dólares para terminar con la batalla legal con los bonistas conocidos como "holdouts" y el Ministerio de Hacienda dijo que dos de los seis principales fondos "holdout" ya aceptaron los términos propuestos. ID:nL2N15K28Y
"Estamos muy esperanzados con la velocidad con la cual Argentina está resolviendo sus disputas con los 'holdouts'", dijo Shahriar Shahida, jefe conjunto de inversiones en Constellation Capital Management en Nueva York, que tiene bonos argentinos en su cartera.
"Esperamos que este Gobierno tenga una relación mucho más conciliatoria con todos sus acreedores", dijo Shahida.
Macri, el líder de centroderecha que buscó seducir a los principales jefes ejecutivos reunidos en el Foro Económico Mundial de Davos el mes pasado, ya dijo a Reuters que espera llegar a un acuerdo justo con los bonistas a principios de año.
El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, dijo que las negociaciones con los acreedores que esperan una mejor oferta continúan. Incluyen a Elliot Management, del multimillonario Paul Singer, y a Aurelius Capital Management.
"Ellos estan mirándola (a la propuesta)", dijo Prat-Gay a Radio Mitre el sábado. "Ellos han estado acercándose a nuestra posición".
La búsqueda de Macri de un acuerdo rápido contrasta con la posición desafiante de su predecesora de izquierda, Cristina Fernández, quien se negó a ofrecerles mejores términos que los fuertes recortes aceptados por la mayoría de los acreedores en anteriores reestructuraciones de bonos.
Ella denominó a los inversores "holdout" como "buitres".
Macri necesita un rápido acuerdo para restablecer la golpeada confianza de los inversores extranjeros y lograr que Argentina regrese a los mercados internacionales de deuda. El crédito extranjero es muy necesario para fortalecer las pocas reservas internacionales del Banco Central y financiar un fuerte déficit fiscal.
Sin embargo, todavía hay obstáculos para llegar a un acuerdo final.
Los acreedores líderes del caso, Elliot Management y Aurelius Capital Management, demandaron a Argentina para recibir el pago completo de sus bonos más intereses acumulados.
La oferta de Argentina representa aproximadamente un descuento del 25 por ciento sobre lo que ellos reclaman, y expertos en deuda esperan que contraataquen con un pedido de una mejor oferta.
Macri también va a necesitar el apoyo del Congreso, donde no tiene mayoría.
Si las negociaciones continúan en la segunda mitad del año, podría ser difícil para Macri cumplir su promesa electoral de revivir una debilitada economía.
Pero, por ahora, muchos inversores son optimistas.
"Un acuerdo va a cambiar completamente el panorama. Va a ser extraordinario para el país", dijo Cristiano Ratazzi, presidente de Fiat Argentina FCHA.MI , al periódico local La Nación, esperanzado por la posibilidad de menores costos de deuda soberana y corporativa.
Alejo Costa, jefe de estrategia en la consultora Puente de Buenos Aires, dijo que espera que los precios de los bonos tengan una pequeña subida de hasta un centavo por dólar el lunes tras la noticia de la oferta. Ganancias más sostenidas llegarían con un acuerdo definitivo, dijo.
"Esperamos de tres a cuatro puntos una vez que Elliot y Aurelius acepten, y cinco puntos más por lo menos una vez que el Congreso lo apruebe", agregó Costa.
(Editado en español por Juliana Castilla)