por Michelle del Campo
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Infosel, diciembre. 4.- AT&T, el gigante estadounidense de las telecomunicaciones, dijo tener en su negocio mexicano a uno de sus tres motores de crecimiento en ingresos hacia 2022, tras su reciente acuerdo con su competidor local Telefónica Movistar, la filial mexicana del grupo español Telefónica.
Sus operaciones en México son consideradas también como un elemento clave para impulsar los márgenes de flujo operativo a nivel consolidado de la compañía durante los próximos tres años, dijo John Stephens, director de finanzas, en un evento organizado por el banco Wells Fargo (NYSE:WFC), que fue retomado en un comunicado.
"El reciente acuerdo de distribución de ocho años de AT&T México con Telefónica Movistar le da a la compañía confianza en las oportunidades de crecimiento de México", agregó Stephens, en el evento.
Hace unas semanas, Telefónica Movistar, el segundo operador de telefonía inalámbrica en el país, firmó un contrato para arrendar la capacidad de última milla inalámbrica a nivel nacional de AT&T en México, permitiendo a la empresa de origen español tener mayor flexibilidad en sus operaciones aquí, al devolver espectro a México, generando eficiencias financieras por aproximadamente 250 millones de dólares.
Días después de este anuncio, Telefónica incluyó a revisión sus operaciones mexicanas, junto a sus otros mercados en América Latina, con excepción de Brasil; manifestándose abierta a escuchar ofertas de inversión y sinergias.
La prospectiva positiva que AT&T hace ahora de su negocio mexicano llama la atención ya que hasta el tercer trimestre mantenía aún números rojos en términos operativo, aunque decrecientes.
De acuerdo con los datos más recientes, correspondientes al tercer trimestre del año, la compañía contrajo 1.9% sus ingresos totales en México, debido a menores ventas de equipos móviles, aunque incrementó 34% sus entradas por servicios. Durante el periodo continuó generando pérdidas operativas, que fueron 33% menores a las registradas en el mismo periodo de 2018.
La situación que guarda su negocio en México incluso abonó a los señalamientos realizados en septiembre por Elliott Management una firma de inversión que cuenta con una participación de 1.2% en la empresa, que incluso sugirió la venta de activos no estratégicos, como el interés que AT&T tiene en Sky México, en sociedad con Grupo Televisa (MX:TLEVISACPO).
"A pesar de más de cuatro mil millones en fusiones y adquisiciones y una cantidad aún mayor comprometida con la inversión continua, las operaciones inalámbricas de AT&T en México siguen sin ser rentables y están por debajo de las expectativas", escribió Elliott Management, en la misiva enviada.
La perspectiva de AT&T para los próximos tres años, expresada recientemente por Stephens, considera registrar tasa de crecimiento anual compuesto a nivel consolidado de alrededor de 1 y 2% entre 2020 y 2022, impulsado por su negocio inalámbrico y WarnerMedia, su subsidiaria de medios y entretenimiento; así como sus operaciones mexicanas.
La empresa también prevé una expansión de sus márgenes de flujo operativo en 200 puntos base para 2022.
AT&T ingresó hace poco más de tres años al mercado mexicano de telefonía móvil, compitiendo abiertamente con su antiguo socio, América Móvil, mediante una estrategia agresiva que incluyó el otorgamiento de subsidios a los clientes para la adquisición de activos, una medida con la cual sacrificó rentabilidad a cambio de ganar participación de mercado.
A pesar de ello, el mayor participante del sector de datos y telefonía móvil es América Móvil, a través de Radio Móvil Dipsa, quien da servicio a dos de cada tres personas en México y que por consiguiente es considerado agente económico preponderante por los reguladores, lo que la hace merecedora de una regulación asimétrica que ha resultado insuficiente para que Telefónica Movistar, AT&T México y los operadores móviles virtuales ganen participación de mercado.