(Actualiza con detalles adicionales)
Infosel, agosto. 10.- La junta de gobierno de Banco de México acordó, por unanimidad, mantener sin cambios su tasa objetivo de interés en 7%, luego de siete reuniones consecutivas incrementando el costo del financiamiento.
Para la junta de gobierno, la política monetaria actual es congruente con una inflación que avanza hacia alcanzar su meta, que está entre 2 y 4%, aunque por ahora se ubica bastante por encima de ese nivel.
"La Junta de Gobierno ha decidido por unanimidad mantener sin cambio el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en un nivel de 7.00 por ciento", dijo el comunicado del Instituto Central, donde reveló su decisión de agosto. "La Junta estará vigilante para asegurar que se mantenga una postura monetaria prudente, de manera que se fortalezca el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazo".
La decisión era ampliamente esperada por los analistas financieros, quienes no esperaban un ajuste a los tipos de interés en el país en esta ocasión, de acuerdo con la última encuesta que elaboró Citibanamex.
Banco de México dijo que la inflación parece estar cerca de alcanzar su máximo, por lo que eventualmente iniciará su regreso hacia hacia el objetivo de 3% para finales de 2018.
"Si bien la inflación general y la subyacente se ubicaron en 6.44 y 4.94 por ciento en julio de 2017, respectivamente, su ritmo de crecimiento ha comenzado a desacelerarse", dice el comunicado de Banco de México. "Aun cuando se espera que en los próximos meses la inflación general anual seguirá ubicándose por encima de 6 por ciento, esta parece estarse acercando a su techo".
Para la junta de gobierno, el balance de riesgos para la inflación permaneció sin cambios con respecto a la decisión pasada, aunque destacaron elementos positivos que pueden ayudar a revertir la tendencia alcista de los precios.
"Es de subrayarse la significativa apreciación de la moneda nacional frente al dólar, siendo este uno de los canales más importantes de transmisión de la política monetaria", dijo el comunicado.
Una de las causas que incidieron en el reciente avance de los precios fue la debilidad del peso frente al dólar, lo que tiene efectos negativos para algunos productos que son vendidos en el país pero provienen del exterior.
Sin embargo, en lo que llevamos del año el peso ha ganado poco más de 15% de su valor frente al dólar, lo que ayudará en el futuro a reducir aún más las presiones inflacionarias.
Para muchos analistas, los incrementos que ya había aplicado Banco de México desde finales de 2015 a su tasa de interés eran suficientes para evitar un deterioro del escenario inflacionario en el mediano y en el largo plazo.
"Teniendo en cuenta que los datos sobre la actividad económica han resultado mejor que lo esperado y que los datos de la inflación han sido peor que lo esperado suben las posibilidades de mayores incrementos a las tasas", escribió Carlos Capistrán, economista para México y Canadá con Bank of America (NYSE:BAC) Merrill Lynch, en un reporte previo a la decisión de política monetaria de agosto. Pero "creemos que la tasa real ya muestran una postura dura, de tal manera que ya no son necesarios más aumentos, por el momento, a menos que las expectativas de inflación de mediano plazo comiencen a deteriorarse o que la economía no se desacelere".
Los precios al consumidor cerraron julio con una tasa de crecimiento interanual de 6.44%, por encima de lo esperado por analistas y su mayor nivel en ocho años y medio.
De ahí que, para evitar un deterioro mayor en el escenario inflacionario, Banco de México elevó su tasa de interés objetivo desde 3% en que estaba en diciembre de 2015 hasta 7% que se ubica actualmente.
Infosel, agosto. 10.- La junta de gobierno de Banco de México acordó, por unanimidad, mantener sin cambios su tasa objetivo de interés en 7%, luego de siete reuniones consecutivas incrementando el costo del financiamiento.
Para la junta de gobierno, la política monetaria actual es congruente con una inflación que avanza hacia alcanzar su meta, que está entre 2 y 4%, aunque por ahora se ubica bastante por encima de ese nivel.
"La Junta de Gobierno ha decidido por unanimidad mantener sin cambio el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en un nivel de 7.00 por ciento", dijo el comunicado del Instituto Central, donde reveló su decisión de agosto. "La Junta estará vigilante para asegurar que se mantenga una postura monetaria prudente, de manera que se fortalezca el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazo".
La decisión era ampliamente esperada por los analistas financieros, quienes no esperaban un ajuste a los tipos de interés en el país en esta ocasión, de acuerdo con la última encuesta que elaboró Citibanamex.
Banco de México dijo que la inflación parece estar cerca de alcanzar su máximo, por lo que eventualmente iniciará su regreso hacia hacia el objetivo de 3% para finales de 2018.
"Si bien la inflación general y la subyacente se ubicaron en 6.44 y 4.94 por ciento en julio de 2017, respectivamente, su ritmo de crecimiento ha comenzado a desacelerarse", dice el comunicado de Banco de México. "Aun cuando se espera que en los próximos meses la inflación general anual seguirá ubicándose por encima de 6 por ciento, esta parece estarse acercando a su techo".
Para la junta de gobierno, el balance de riesgos para la inflación permaneció sin cambios con respecto a la decisión pasada, aunque destacaron elementos positivos que pueden ayudar a revertir la tendencia alcista de los precios.
"Es de subrayarse la significativa apreciación de la moneda nacional frente al dólar, siendo este uno de los canales más importantes de transmisión de la política monetaria", dijo el comunicado.
Una de las causas que incidieron en el reciente avance de los precios fue la debilidad del peso frente al dólar, lo que tiene efectos negativos para algunos productos que son vendidos en el país pero provienen del exterior.
Sin embargo, en lo que llevamos del año el peso ha ganado poco más de 15% de su valor frente al dólar, lo que ayudará en el futuro a reducir aún más las presiones inflacionarias.
Para muchos analistas, los incrementos que ya había aplicado Banco de México desde finales de 2015 a su tasa de interés eran suficientes para evitar un deterioro del escenario inflacionario en el mediano y en el largo plazo.
"Teniendo en cuenta que los datos sobre la actividad económica han resultado mejor que lo esperado y que los datos de la inflación han sido peor que lo esperado suben las posibilidades de mayores incrementos a las tasas", escribió Carlos Capistrán, economista para México y Canadá con Bank of America (NYSE:BAC) Merrill Lynch, en un reporte previo a la decisión de política monetaria de agosto. Pero "creemos que la tasa real ya muestran una postura dura, de tal manera que ya no son necesarios más aumentos, por el momento, a menos que las expectativas de inflación de mediano plazo comiencen a deteriorarse o que la economía no se desacelere".
Los precios al consumidor cerraron julio con una tasa de crecimiento interanual de 6.44%, por encima de lo esperado por analistas y su mayor nivel en ocho años y medio.
De ahí que, para evitar un deterioro mayor en el escenario inflacionario, Banco de México elevó su tasa de interés objetivo desde 3% en que estaba en diciembre de 2015 hasta 7% que se ubica actualmente.