El presidente Andrés Manuel López Obrador confió este lunes en que la alta inflación de México es transitoria y un fenómeno mundial, no obstante, anticipó que es probable que se amplíe la política de tope de precios de Gas doméstico LP durante 2022, al considerar que la medida ha funcionado para contener el repunte inflacionario.
“Yo pienso que sí ha funcionado lo de los precios máximos del gas, pues es muy probable que continúe esta política porque está dando resultados y al mismo tiempo se va a ir consolidando el programa de Gas Bienestar”.AMLO en la conferencia matutina el 6 de diciembre
El mandatario afirmó que el precio del gas doméstico “se nos estaba saliendo de control”, sin embargo, aseguró que, de acuerdo con datos del Gobierno, a partir de la política de tope de precios que entró en vigor en agosto de 2021, ya hay una tendencia a estabilizar el precio del Gas LP.
López Obrador dijo que de forma simultánea a la política de tope de precios, la decisión de crear el programa de Gas Bienestar para distribuir cilindros de gas más barato en Iztapalapa y en otras alcaldías de la Ciudad de México ha contribuido en el control de precios.
El 29 de julio la Comisión Reguladora de Energía (CRE) aprobó una regulación de precios máximos del combustible que usan siete de cada 10 hogares mexicanos, tras una orden de la Secretaría de Energía (Sener); la medida está vigente desde el 1 de agosto de 2021 y concluiría el 31 de enero de 2022.
López Obrador dijo que a la par de la política de precios máximos, “es importante informar” que el fenómeno de la inflación es mundial y ejemplificó que la inflación en Estados Unidos está en el nivel de México en alrededor del siete por ciento, mientras que en Brasil está en 11%.
“Como estuvieron las actividades productivas frenadas durante la pandemia, cuando inicia de nuevo la recuperación económica no hay materias primas y empiezan a subir los precios en alimentos, el gas, el acero, el precio del transporte marítimo, entonces todo eso produjo inflación (…) Entonces, todo esto afectó y es lo que está sucediendo. Yo espero que sea transitorio”.
El presidente expuso que la cantidad de dinero que inyectó Estados Unidos a su economía para apoyar a los ciudadanos y a la actividad productiva ocasionó mucha demanda y poca oferta, al grado de que no hay vehículos porque no hay chips o de que si se quiere comprar un refrigerador o una estufa hay que esperar tres, cuatro o cinco meses más. “Una situación muy especial”.