por Lissette Esquila Alonso
(Actualiza con detalles a lo largo de la nota)
Infosel, noviembre. 24.- Estados Unidos revisó a la baja su estimación del producto interno bruto del tercer trimestre del año, ya que el consumo de las familias fue impactado por el desarrollo de la tercera ola de contagios de covid-19.
En el tercer periodo del año el PIB creció a una tasa de 2.1%, de acuerdo con la estimación revisada de Bureau of Economic Analysis (BEA). El resultado significó un ajuste al alza con respecto a la tasa de crecimiento de 2% reportada de manera preliminar.
El desempeño débil de la economía estadounidense obedeció al aumento de los contagios por la variante delta de covid-19 y el repunte en la inflación se materializaron en caídas en la confianza de los consumidores, llevando a una pronunciada desaceleración del gasto de las familias.
El gasto en consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) aumentó a una tasa de 1.7% en el tercer trimestre contra los tres meses previos, con lo que hiló cinco trimestres en terreno positivo. En el segundo periodo del año dicho indicador subió 12%.
Los precios medidos en términos del PCE subieron 5.3% en el tercer trimestre y avanzaron a una tasa anual de 4.3%.
"El crecimiento del periodo estuvo afectado por el desarrollo de la variante 'delta' siendo más contagiosa y generando nuevos temores entre los hogares, aunque destacamos que el gasto en servicios siguió avanzando a un paso sólido", escribió Katia Goya, subdirector economía internacional de Grupo Financiero Banorte (MX:GFNORTEO), en un reporte.
Goya también destacó que en dicho periodo se dio el regreso a clases presenciales y la expiración de algunos programas de apoyo clave, como los beneficios adicionales por desempleo; sin embargo, ello no provocó un efecto al alza sobre la tasa de participación y la creación de plazas en el trimestre.
Finalmente, los precios subyacentes del PCE, o aquella medida que desestima los cambios en productos altamente volátiles como alimentos o energéticos, subieron 4.5% en el trimestre y aumentaron 3.6% anual.
Esta última medida, la variación interanual de los precios subyacentes del PCE, es la más vigilada por la Reserva Federal (Fed) para determinar las acciones de política monetaria en Estados Unidos.
"Hacia adelante, consideramos que la actividad económica seguirá favorecida por una relativa 'normalidad' en términos de los niveles de movilidad, aunque parece casi un hecho que veremos un repunte en el número de contagios por covid-19 en las próximas semanas", dijo la experta de Banorte.
César E. Pérez contribuyó con esta historia.
(Actualiza con detalles a lo largo de la nota)
Infosel, noviembre. 24.- Estados Unidos revisó a la baja su estimación del producto interno bruto del tercer trimestre del año, ya que el consumo de las familias fue impactado por el desarrollo de la tercera ola de contagios de covid-19.
En el tercer periodo del año el PIB creció a una tasa de 2.1%, de acuerdo con la estimación revisada de Bureau of Economic Analysis (BEA). El resultado significó un ajuste al alza con respecto a la tasa de crecimiento de 2% reportada de manera preliminar.
El desempeño débil de la economía estadounidense obedeció al aumento de los contagios por la variante delta de covid-19 y el repunte en la inflación se materializaron en caídas en la confianza de los consumidores, llevando a una pronunciada desaceleración del gasto de las familias.
El gasto en consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) aumentó a una tasa de 1.7% en el tercer trimestre contra los tres meses previos, con lo que hiló cinco trimestres en terreno positivo. En el segundo periodo del año dicho indicador subió 12%.
Los precios medidos en términos del PCE subieron 5.3% en el tercer trimestre y avanzaron a una tasa anual de 4.3%.
"El crecimiento del periodo estuvo afectado por el desarrollo de la variante 'delta' siendo más contagiosa y generando nuevos temores entre los hogares, aunque destacamos que el gasto en servicios siguió avanzando a un paso sólido", escribió Katia Goya, subdirector economía internacional de Grupo Financiero Banorte (MX:GFNORTEO), en un reporte.
Goya también destacó que en dicho periodo se dio el regreso a clases presenciales y la expiración de algunos programas de apoyo clave, como los beneficios adicionales por desempleo; sin embargo, ello no provocó un efecto al alza sobre la tasa de participación y la creación de plazas en el trimestre.
Finalmente, los precios subyacentes del PCE, o aquella medida que desestima los cambios en productos altamente volátiles como alimentos o energéticos, subieron 4.5% en el trimestre y aumentaron 3.6% anual.
Esta última medida, la variación interanual de los precios subyacentes del PCE, es la más vigilada por la Reserva Federal (Fed) para determinar las acciones de política monetaria en Estados Unidos.
"Hacia adelante, consideramos que la actividad económica seguirá favorecida por una relativa 'normalidad' en términos de los niveles de movilidad, aunque parece casi un hecho que veremos un repunte en el número de contagios por covid-19 en las próximas semanas", dijo la experta de Banorte.
César E. Pérez contribuyó con esta historia.