por Cesar Enrique Perez Moreno
Infosel, agosto. 17.- Andrés Manuel López Obrador, el presidente electo de México, presentó los resultados del dictamen que mandó a hacer con un grupo de expertos sobre la viabilidad del proyecto de un Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
Los expertos estudiaron dos opciones que existen sobre la mesa para resolver la saturación aérea que existe en el Aeropuerto Internacional: seguir el proyecto actual para concluir una nueva terminal en terrenos del municipio de Texcoco, Estado de México; o, en su lugar, suspender la obra y ampliar las operaciones del aeropuerto militar que tiene en Santa Lucía, Estado de México.
No obstante, el equipo del presidente electo no descarta posibilidad de concesionar parte de los trabajos de construcción, mantenimiento y operación, en caso de seguir adelante con el proyecto actual, con la intención de hacerse de los recursos necesarios para la obra.
En ambos casos, los especialistas en aeronáutica civil estudiaron las ventajas y desventajas que representan los dos proyectos, pero la decisión final llegará hasta después de octubre, cuando el gobierno lance una consulta nacional con carácter vinculatorio.
Por un lado, el dictamen reconoce que el proyecto del NAIM tiene a su favor la cercanía con Ciudad de México, la posibilidad de crear un centro de logística (hub), además de las ventajas que el gobierno ya cuenta con el terreno, existe financiamiento para 75% inversión y posibilidades de financiar el resto con ingresos futuros, ya hay un proyecto desarrollado y hay un avance global de obra de 31%.
Por el contrario, actúan en contra de este proyecto los mayores costos de construcción con respecto al proyecto original, así como los altos costos de mantenimiento que aún están por determinarse para compensar los riesgos en el suelo, el retraso de al menos cuatro años en su entrada en operación con respecto a lo estimado inicialmente, así como la necesidad de cerrar el aeropuerto actual y la base militar de Santa Lucía, un posible aumento de tarifas aeroportuarias y de precios para los pasajeros, así como la transformación del lago Nabor Carrillo.
La otra opción, la ampliación de operaciones en Santa Lucía, tiene a su favor que requerirá un menor tiempo para su entrada en operación, así como costos menores (alrededor de 70 mil millones de pesos), un costo de mantenimiento más bajo que el proyecto de NAIM, mejores condiciones de suelo, así como un impacto negativo más bajo para Ciudad de México, tanto en temas ambientales como de uso de suelo.
En contra, la ampliación de Sana Lucía enfrenta la opinión de expertos de la asociación MITRE, surgida del Massachusetts Institute of Technology (MIT), quienes determinaron que no es viable la operación simultánea de la base aérea en el Estado de México con el Aeropuerto Internacional Benito Juárez.
No obstante, otro grupo de expertos de origen chileno (que no fueron claramente identificados) dijo que sí hay condiciones para hacer viable la operación de dos aeropuertos, a través del uso de tecnologías, pero requerirá un estudio que llevará cinco meses y costará entre 150 y 300 millones de pesos.
Finalmente, también será negativo para el proyecto de ampliación de Santa Lucía que los expertos advirtieron que las operaciones separadas de dos terminales generarán incrementos en los costos de operación de las aerolíneas, provocarán incomodidad para los pasajeros, costará cerca de 110 mil millones de pesos cancelar el proyecto actual y podría crear un impacto negativo para los mercados financieros.
Infosel, agosto. 17.- Andrés Manuel López Obrador, el presidente electo de México, presentó los resultados del dictamen que mandó a hacer con un grupo de expertos sobre la viabilidad del proyecto de un Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
Los expertos estudiaron dos opciones que existen sobre la mesa para resolver la saturación aérea que existe en el Aeropuerto Internacional: seguir el proyecto actual para concluir una nueva terminal en terrenos del municipio de Texcoco, Estado de México; o, en su lugar, suspender la obra y ampliar las operaciones del aeropuerto militar que tiene en Santa Lucía, Estado de México.
No obstante, el equipo del presidente electo no descarta posibilidad de concesionar parte de los trabajos de construcción, mantenimiento y operación, en caso de seguir adelante con el proyecto actual, con la intención de hacerse de los recursos necesarios para la obra.
En ambos casos, los especialistas en aeronáutica civil estudiaron las ventajas y desventajas que representan los dos proyectos, pero la decisión final llegará hasta después de octubre, cuando el gobierno lance una consulta nacional con carácter vinculatorio.
Por un lado, el dictamen reconoce que el proyecto del NAIM tiene a su favor la cercanía con Ciudad de México, la posibilidad de crear un centro de logística (hub), además de las ventajas que el gobierno ya cuenta con el terreno, existe financiamiento para 75% inversión y posibilidades de financiar el resto con ingresos futuros, ya hay un proyecto desarrollado y hay un avance global de obra de 31%.
Por el contrario, actúan en contra de este proyecto los mayores costos de construcción con respecto al proyecto original, así como los altos costos de mantenimiento que aún están por determinarse para compensar los riesgos en el suelo, el retraso de al menos cuatro años en su entrada en operación con respecto a lo estimado inicialmente, así como la necesidad de cerrar el aeropuerto actual y la base militar de Santa Lucía, un posible aumento de tarifas aeroportuarias y de precios para los pasajeros, así como la transformación del lago Nabor Carrillo.
La otra opción, la ampliación de operaciones en Santa Lucía, tiene a su favor que requerirá un menor tiempo para su entrada en operación, así como costos menores (alrededor de 70 mil millones de pesos), un costo de mantenimiento más bajo que el proyecto de NAIM, mejores condiciones de suelo, así como un impacto negativo más bajo para Ciudad de México, tanto en temas ambientales como de uso de suelo.
En contra, la ampliación de Sana Lucía enfrenta la opinión de expertos de la asociación MITRE, surgida del Massachusetts Institute of Technology (MIT), quienes determinaron que no es viable la operación simultánea de la base aérea en el Estado de México con el Aeropuerto Internacional Benito Juárez.
No obstante, otro grupo de expertos de origen chileno (que no fueron claramente identificados) dijo que sí hay condiciones para hacer viable la operación de dos aeropuertos, a través del uso de tecnologías, pero requerirá un estudio que llevará cinco meses y costará entre 150 y 300 millones de pesos.
Finalmente, también será negativo para el proyecto de ampliación de Santa Lucía que los expertos advirtieron que las operaciones separadas de dos terminales generarán incrementos en los costos de operación de las aerolíneas, provocarán incomodidad para los pasajeros, costará cerca de 110 mil millones de pesos cancelar el proyecto actual y podría crear un impacto negativo para los mercados financieros.