WILMINGTON, Carolina del Norte - El presidente de la Reserva Federal de Richmond, Thomas Barkin, declaró el miércoles que la decisión del banco central estadounidense de reducir los tipos de interés en medio punto porcentual el mes pasado fue una medida para alinearse con la situación económica actual. Barkin subrayó que esta acción no indica el fin de la lucha contra la inflación.
Durante su intervención en una conferencia económica de la Universidad de Carolina del Norte en Wilmington, Barkin, que este año es miembro con derecho a voto del comité de fijación de tipos de la Reserva Federal, señaló que con el descenso de las tasas de inflación y la estabilización del desempleo en torno a su tasa sostenible a largo plazo, ya no estaba justificado el tipo de interés de los fondos federales, anteriormente más elevado. Apoyó el recorte de tipos aplicado el 18 de septiembre, señalando su necesidad debido a los progresos realizados en la economía.
Barkin también mencionó la expectativa del mercado de un recorte adicional de medio punto porcentual de los tipos de aquí a finales de año, sugiriendo que esto podría aliviar aún más las condiciones económicas. De cara a la próxima reunión de la Reserva Federal, los días 6 y 7 de noviembre, se prevé un recorte de los tipos de un cuarto de punto porcentual, lo que situaría el tipo de referencia entre el 4,50% y el 4,75%.
Antes de la próxima reunión, la Reserva Federal estudiará los nuevos datos de empleo e inflación de septiembre y octubre. Los responsables políticos también tendrán que tener en cuenta la reciente huelga que paralizó las operaciones en los puertos de la costa este y la costa del Golfo de EE.UU., así como la escalada de los conflictos en Oriente Medio y su posible impacto en la economía.
Barkin transmitió una postura prudente sobre la inflación debido al fuerte crecimiento económico continuado y a la posibilidad de un mercado laboral más tenso en el futuro. Señaló que es poco probable que el índice de precios del consumo personal básico (PCE), que excluye los alimentos y la energía y se sitúa actualmente en el 2,7%, descienda significativamente hasta el próximo año. La Reserva Federal aspira a una tasa de inflación general anual del 2%, con el PCE subyacente como guía de las tendencias futuras.
Reconoció que, aunque hay signos de desinflación en curso, la batalla contra la inflación aún no está ganada. Las recientes reducciones de tipos podrían aumentar la demanda de compras significativas, lo que podría provocar un desequilibrio en el que la demanda supere a la oferta, impulsando los precios al alza. Además, Barkin señaló que los conflictos laborales en Estados Unidos y las tensiones geopolíticas podrían ejercer una presión al alza sobre los precios.
Barkin también destacó la imprevisibilidad del mercado de trabajo, sugiriendo que si persiste el crecimiento económico y aumenta la demanda, los empresarios podrían verse en la necesidad de más trabajadores. Concluyó subrayando la importancia de estar atentos y adaptarse a medida que la Reserva Federal continúa navegando por el ciclo de reducción de tipos, aprendiendo y ajustándose según sea necesario.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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