MINUTAS BANXICO: Consulta las actas de la reunión de política monetaria de junio
Investing.com - En el Foro del BCE 2025 en Sintra, banqueros centrales y responsables políticos analizaron cómo las autoridades monetarias están navegando entre crecientes presiones estructurales y geopolíticas.
El tema, "Adaptación al cambio: transformaciones macroeconómicas y respuestas políticas", enmarcó discusiones sobre mercados laborales, realineamiento industrial, fragmentación comercial y los desafíos que estos cambios representan para la política monetaria.
La geopolítica comercial dominó varios paneles. El panorama post-globalización ahora prioriza la resiliencia sobre la eficiencia, con Europa particularmente expuesta a la creciente competencia de China.
A medida que China reemplaza proveedores extranjeros con productores nacionales, especialmente en sectores de innovación, las exportaciones europeas se alinean menos con la demanda china.
Analistas de UBS (SIX:UBSG) Global Research señalaron en un informe que la dependencia del continente de un grupo limitado de proveedores "geopolíticamente distantes", incluida China, aumenta la vulnerabilidad a choques de oferta y volatilidad inflacionaria.
Estos desarrollos complican los esfuerzos de los bancos centrales para equilibrar inflación y producción, especialmente cuando la diversificación y relocalización aumentan los costos.
Los mercados laborales, tradicionalmente vistos como rígidos en Europa, también fueron examinados.
A pesar de las preocupaciones sobre leyes de protección laboral que limitan la movilidad y productividad, el desempleo en la Eurozona se situó en 6.3% en mayo, solo 0.1 puntos porcentuales por encima de su mínimo histórico, agregó UBS.
La inmigración ha contribuido significativamente a la creación de empleo, y algunos participantes argumentaron que la financiación inadecuada para startups, más que la rigidez laboral, es la restricción estructural más apremiante de Europa.
La inflación divergente, flexibilidad salarial y niveles de deuda entre los estados miembros de la Eurozona tensionan aún más la calibración de la política monetaria.
En el pico de inflación de 2022, una brecha de 18.6 puntos porcentuales separaba a Estonia y Francia, señaló UBS.
Estas diferencias nacionales dificultan respuestas políticas unificadas. Si bien existen herramientas como el Instrumento de Protección de la Transmisión (TPI) y las Operaciones Monetarias Directas (OMT), el foro enfatizó que las políticas fiscales y estructurales, no la política monetaria, deben abordar tales disparidades.
Los bancos centrales también enfrentan la rápida expansión de intermediarios financieros no bancarios (NBFI), cuya mayor parte de préstamos ocurre en el extranjero.
Los participantes respaldaron una regulación más estricta a nivel de la UE a través de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA), pero resistieron otorgar a los NBFI acceso directo a las facilidades del BCE, citando posibles disrupciones al sector bancario.
La gestión de divisas surgió brevemente. El Vicepresidente del BCE Luis de Guindos advirtió contra una apreciación excesiva del euro, sugiriendo que niveles por encima de 1.20 serían "mucho más complicados", aunque la Presidenta del BCE Christine Lagarde mantuvo que el tipo refleja la fortaleza de la Eurozona y se incorporaría en las proyecciones.
El foro marcó la conclusión de la revisión estratégica 2025 del BCE, con Lagarde enfatizando la necesidad de prepararse para "nuevos tipos de choques".
La actualización estratégica busca garantizar que el BCE pueda mantener la estabilidad de precios en condiciones económicas estructuralmente diferentes a las del pasado.
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