El mercado del Tesoro estadounidense, valorado en 27 billones de dólares, ha vuelto a niveles de liquidez comparables a los de antes de que la Reserva Federal iniciara las subidas de tipos de interés en 2022. Esta evolución ha sido reseñada en un reciente informe de la Fed de Nueva York.
La liquidez del mercado, definida como la facilidad con la que un activo puede negociarse sin que afecte significativamente a su precio, se había visto comprometida a medida que los precios de los bonos experimentaban fuertes fluctuaciones en respuesta a las medidas de la Fed para controlar la inflación.
Michael Fleming, que dirige los Estudios de los Mercados de Capitales en el Grupo de Investigación y Estadística del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, señaló hoy en el blog Liberty Street Economics que las actuales métricas de liquidez son similares a las anteriores al ciclo de endurecimiento de la Fed. Destacó varios indicadores de esta mejora. El diferencial entre la oferta y la demanda, que se había ampliado tras un periodo de inestabilidad bancaria en marzo de 2023, se ha estrechado y estabilizado desde entonces. Esta tendencia ha sido constante desde mediados de 2023.
Además, la profundidad de la cartera de pedidos, que refleja el volumen de valores listos para ser comprados o vendidos a los mejores precios, ha crecido desde marzo del año pasado. Aunque se produjo un descenso a principios de agosto de 2024 debido a las reacciones del mercado a un decepcionante informe sobre el empleo y a una inesperada subida de tipos por parte del Banco de Japón, la tendencia general ha sido positiva.
Fleming también señaló que el impacto del precio de las operaciones, una medida de cuánto se mueven los precios cuando comienza la negociación, ha vuelto a los niveles observados por última vez a finales de 2021 y principios de 2022. Esta medida se había disparado durante las turbulencias bancarias de marzo de 2023, pero ha ido en descenso, con un breve aumento de nuevo a principios de agosto de 2024.
A pesar de estos signos positivos, persiste la preocupación entre los participantes en el mercado por las posibles vulnerabilidades que podrían resurgir, similares a la crisis de liquidez de marzo de 2020 al inicio de la pandemia. El Tesoro y los reguladores han aplicado reformas para mejorar las condiciones del mercado y evitar perturbaciones, pero la creciente oferta de deuda pública y los posibles picos de volatilidad siguen siendo motivos de cautela.
Fleming mencionó que las recientes mejoras de la liquidez han coincidido con una menor volatilidad del mercado. Sin embargo, un indicador indirecto de la liquidez del Tesoro que sigue las desviaciones de determinados rendimientos del Tesoro sigue mostrando un deterioro.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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