BOGOTÁ, 8 abr (Reuters) - La Cámara de Representantes de Colombia rechazó el lunes las objeciones que hizo el presidente, Iván Duque, a seis de los 159 artículos de una ley clave para implementar el acuerdo de paz con la desmovilizada guerrilla de las FARC, en una nueva derrota del mandatario en el Congreso.
En una votación de 110 votos a favor y 44 en contra, la mayoría de legisladores de la cámara rechazó la decisión de Duque frente a la Justicia Especial para la Paz (JEP), el tribunal encargado de investigar, juzgar y sentenciar a los responsables de los crímenes ocurridos en el conflicto armado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Las objeciones del mandatario enfurecieron a los defensores del acuerdo de paz que alegan que podrían crear dificultades para la implementación del acuerdo firmado en 2016 con el desmovilizado grupo rebelde y que serían un mal precedente para futuras negociaciones con otros grupos ilegales armados como la guerrilla del ELN.
Ahora las objeciones deberán ser votadas en el Senado en las próximas semanas para determinar el futuro de la JEP, aunque algunos expertos en derecho constitucional aseguran que con la decisión de la Cámara de Representantes no podrán avanzar y Duque deberá firmar la ley tal como fue aprobada inicialmente en el legislativo.
El presidente quiere ajustar la JEP para obligar a los responsables de crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos a indemnizar a las víctimas, para evitar que los exlíderes rebeldes eludan la extradición y para que reciban condenas duras de cárcel por abusos sexuales.
Pero el mandatario no tiene una sólida mayoría en el Senado de 108 escaños ni en la Cámara de Representantes de 172, por lo que comenzó a sufrir una derrota política en su intención de ajustar el acuerdo de paz, una de sus principales promesas de campaña.
La JEP contempla penas más blandes que la justicia ordinaria para quienes confiesen los crímenes cometidos en medio de la confrontación que ha dejado 260.000 muertos y millones de desplazados.
Bajo los términos del acuerdo de paz, unos 13.000 integrantes del desmovilizado grupo rebelde, incluidos casi 7.000 combatientes, abandonaron las armas y conformaron el partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común como parte de su reintegración a la sociedad. (Reporte de Nelson Bocanegra)